Las mineras de tierras raras y los productores de uranio están cosechando recompensas de la avalancha de dinero vertido en electrificación y temas de inversión ambiental, social y de gobernanza corporativa (ASG).
Los productores de litio han sido los beneficiarios más tradicionales de los vehículos eléctricos y el impulso de la energía verde. Pero más recientemente, los productores de tierras raras también han comenzado a atraer la atención de los inversionistas en medio del entusiasmo por los vehículos eléctricos.
Las acciones de MP Materials Corp., la mayor minera de tierras raras de Estados Unidos, se han cuadruplicado desde que Biden ganó las elecciones hace cuatro meses, en comparación con un aumento de 86% del fondo cotizado en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) VanEck Vector Rare Earth/Strategic Metals.
Las acciones de la compañía, que salió a bolsa en julio a través de un acuerdo de empresa de adquisición de propósito especial, subieron por tercer día y el miércoles registraron un alza de 0,7% a US$49,8. Morgan Stanley inició el seguimiento de las acciones el martes, con un precio objetivo de US$57.
Mientras tanto, con el ajuste de la oferta y un aumento de la demanda de ASG de los inversionistas, las acciones de empresas de uranio como Denison Mines Corp. han repuntado más de 70% este año, en comparación con el aumento de 23% del ETF Global X Uranium.
“El equilibrio de la oferta/demanda del sector del uranio es el más ajustado que hemos visto desde antes de Fukushima”, dijo el analista de GJL Research Gordon Johnson, en referencia a la catástrofe nuclear de 2011 en Japón.
“Cuando se agrega a esto que las acciones de uranio ahora están llamando la atención de los ASG debido a su baja huella de gases de efecto invernadero y su papel por excelencia como alternativa de energía limpia, consideramos oportunas las nuevas inversiones incrementales de uranio”, agregó Johnson, refiriéndose a las emisiones de gases de efecto invernadero.
El sector del uranio podría ganar aún más, ya que algunos especulan que los grandes fondos probablemente estén aumentando lentamente su posición en el sector, según Johnson. “Si es cierto, esto podría continuar durante mucho tiempo a medida que crean posiciones significativas antes del inevitable aumento de los precios del producto”, dijo.
Los llamados metales de tierras raras son usados en todo, desde baterías de iones de litio hasta vehículos eléctricos, turbinas eólicas y sistemas de guía de misiles. Solo hay unos pocos productores a nivel mundial y China controla la mayoría de la producción y la capacidad del sector.
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