En tiempos de crisis y escasez de recursos para cubrir los gastos por la pandemia, el destrabe de proyectos mineros podría ser una primera respuesta para atender los problemas del país y de millones de peruanos, que van desde el pago de impuestos hasta la creación de 2.3 millones de empleos. Esto es lo que revela un reciente informe del Instituto Peruano de Economía (IPE) para la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía. El gerente general del IPE, Diego Macera, explica cómo puede esta actividad impulsar el desarrollo y crecimiento del Perú.
El IPE desarrolló el informe Contribución de la Minería a la Economía Nacional. ¿Cómo puede aportar la minería a la economía?
El documento tiene tres partes. La primera es un análisis sobre los proyectos que están hoy en cartera según el Ministerio de Energía y Minas (Minem). Aquí tenemos más de 40 proyectos que suman más de US$50 mil millones de inversión en todo el país. En la segunda parte, vemos cuáles son los encadenamientos de la minería con otras actividades económicas. La minería es consumidora de productos metalmecánicos, de caucho, de químicos, de transporte, construcción, agro. Está cada vez más compenetrada con el resto de las actividades económicas y la industria nacional. En la tercera parte, tratamos de juntar uno y dos y decimos ‘todos estos proyectos están en la cartera, ¿qué pasa si les metemos los encadenamientos que pueden tener con el resto de la economía?’. Así tratamos de analizar cuál es el efecto que podría tener la puesta en marcha de nuevos proyectos mineros en tres dimensiones: PBI, empleo e impuestos.
¿Cómo se genera el efecto multiplicador en ese 90% de actividades que están encadenadas a la minería?
Cuando hablamos de multiplicadores, hay dos grandes categorías, los efectos indirectos y los efectos inducidos. Cuando hablamos de efectos indirectos, estamos hablando de las cadenas de valor y las compras que hace la actividad minera y cómo eso dinamiza otros sectores. Hay algunos que están muy ligados a esta, como el metalmecánico y de bienes de producción de capital para la industria minera: planchas, tubos, fajas. También hay una demanda muy grande de químicos. Más allá de eso tienes demanda por electricidad, combustible, transporte, comida, hoteles; y todas estas actividades económicas, que están alrededor de la minería, pueden generar lo que llamamos el efecto inducido.
Mencionan que hasta 2025 habría 15 proyectos que podrían estar saliendo. ¿Cuáles son los más emblemáticos?
Hemos dividido esto en dos grupos: los que tienen una fecha de inicio según el Minem, son los 15 proyectos que suman US$16 mil millones de inversión, y luego hay un segundo grupo más grande, de 27 proyectos, que suman US$37 mil millones. La característica de este segundo grupo es que no tienen una fecha de inicio definida según el Minem (…). Del primer grupo ya hay varios proyectos que están empezando o con fases avanzadas; ahí está Mina Justa, la ampliación de Toromocho y quizá el más interesante de estos es Quellaveco, que es un proyecto de más de US$5,000 millones en Moquegua.
Cuando hablamos de sacar adelante proyectos, se habla de voluntad política y evitar la conflictividad. ¿Hay garantías para que ambos estén vigentes en el siguiente gobierno considerando el abanico de candidatos presidenciales?
No quisiera generalizar. Hay candidatos que tienen una posición más escéptica respecto de la minería y otros que tienen una posición más receptiva. Con lo que quisiéramos contribuir con este informe del IPE es por lo menos a informar un poco mejor y dar una idea del potencial que existe en la minería para desarrollar diferentes espacios del Perú (…). Esta es una actividad que es por naturaleza descentralizada. En el caso de tu pregunta, creo que ha habido, por mala intención o por desconocimiento, mucha provisión de mala información respecto de lo que paga la minería en impuestos.
¿Y hay alguna media verdad o afirmación falsa que valga ser aclarada?
Una de las más típicas es ‘la minería no paga impuestos’ o ‘se le devuelve más impuestos de los que paga’, y no es cierto. Cuando hablamos de devolución de impuestos, generalmente estamos hablando de IGV, y esta es una característica (la devolución del IGV) que tienen todos los sectores que exportan, no solo la minería: agrícola, textil. Todos tienen la devolución del IGV porque en todos los países lo que se exporta no paga el impuesto al consumo, eso lo paga el consumidor.
¿De qué otra forma puede aportar la minería a la recuperación? Porque esta va a ser paulatina…
La minería ha probado ser especialmente resiliente a un contexto adverso. Ha sido uno de los sectores que primero se recuperaron, ya está en niveles muy similares a los que teníamos en 2019. Parte de la ventaja que tiene este sector es que es un sector típicamente formal, mucho más que el promedio de sectores en el Perú y eso le puede permitir tener ciertos protocolos sanitarios más adecuados. Lo otro es que uno de los ámbitos más importantes a discutir es el fiscal (…). Acá es donde la contribución de la minería, sobre todo con los precios del cobre, puede ser importante.
Analistas mencionan que estamos iniciando una etapa con altos precios de los metales, como el cobre, y que debería ser aprovechada. ¿Qué recomendación les daría a los aspirantes a la Presidencia?
Tuvimos ciclos muy buenos de diferentes commodities a lo largo de la historia del Perú. Espero que este ciclo minero esté todavía, visto a gran escala, empezando, y que podamos beneficiarnos mucho de esto por unos 10 o 20 años más, que con esos excedentes aprovechemos también para desarrollar otras industrias y cerrar la brecha de infraestructura que tanto tenemos a lo largo del país.
Tenga en cuenta
“Los proyectos mineros (que están por salir) están distribuidos en muchas regiones, siendo dos de las más importantes Apurímac y Cajamarca. Aquí estamos hablando de proyectos que podrían poner en marcha una producción de más de S/100 mil millones adicionales por año”.
“En un periodo de 10 años de puesta en marcha de los proyectos, aplicando tasas actuales y costos promedio por el tipo de mineral y por el tipo de operación, podríamos estar hablando de unos S/350 mil millones (en impuestos). Eso es 80% más que todo el presupuesto público de este año”.
*Fuente: Perú 21.