El proyecto insignia de la compañía Greenland Minerals, Kvanefjeld Project, se perfila como un proveedor a largo plazo, de bajo costo y a gran escala de los materiales de tierras raras necesarios para impulsar la revolución de la energía verde.
De acuerdo con el portal Proactive Investors, la empresa está bien financiada luego de una recaudación de capital de US$ 34 millones en el 2020. Además, el pesidente no ejecutivo de Greenland Minerals, Anthony Ho, ha demostrado su confianza en la estrategia de tierras raras de la compañía con una compra de acciones en el mercado.
Así, se conoció que el empresario adquirió 100,000 acciones valoradas en US$ 19,500, aumentando el número total de valores mantenidos a más de 4.13 millones.
Potencial del proyecto Kvanefjeld
La compañía tiene la mira puesta en el floreciente mercado de metales magnéticos, ya que busca convertirse en un proveedor de materiales de tierras raras de renombre mundial.
Su informe anual de 2020 destaca el progreso realizado en el proyecto insignia Kvanefjeld y el potencial que tiene para ser un pilar clave en el suministro global de materiales de tierras raras.
“Muchas tierras raras son cruciales para la revolución de la energía verde, ya que forman parte de los motores, baterías y generadores que alimentan cosas como vehículos eléctricos, turbinas eólicas, dispositivos electrónicos portátiles y mucho más”, declaró la firma australiana.
Añadió que los imanes de tierras raras están hechos de aleaciones de elementos de tierras raras, que incluyen neodimio, praseodimio, disprosio, terbio y otros 13 metales brillantes, de color blanco plateado, blandos pero pesados.
“Kvanefjeld se centra en el Complejo Alcalino Ilimaussaq, único en el mundo, en el sur de Groenlandia y hasta la fecha se han delineado más de mil millones de toneladas de recursos minerales en el área del proyecto”, resaltó la minera Greenland Minerals.