Rumbo Minero TV conversó con el gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), Diego Macera, para analizar, desde una óptica económica, los dos planes de gobierno y sus posibles consecuencias.
En ese sentido, Diego Macera comentó que el plan de Fuerza Popular está más moderado y ligado a las políticas económicas similares a las de los últimos 25 años; y plantea la necesidad de preservar los fundamentos económicos con algunas modificaciones puntuales.
“Sobre minería, plantea hacer un poco más expeditivos los procesos administrativos sin comprometer los derechos de las comunidades y del medio ambiente; y habla de la importancia de la formalización de la pequeña minería o minería artesanal. Digamos que es dentro de los mensajes que ya manejamos en los últimos 20 años y parte de la agenda que ya conocemos”, indicó.
En el caso del plan de Perú Libre, el ejecutivo del IPE manifestó que propone “una ruptura muy fuerte con respecto de lo que conocemos y con respecto de lo que hemos tenido en los últimos 25 años”; además tiene una visión de un Estado empresario, situación similar a las políticas económicas en los años 70 y 80; y un cierre de fronteras en el sentido de comercio internacional y revisión de Tratados de Libre Comercio.
“Respecto de la minería; inicialmente –y creo que hay una especie de contradicción- propone un impuesto de 70%-80% sobre las ganancias y si alguien no quiere aceptarlo, se plantea confiscar o estatizar; pero unas páginas más adelante señalan a toda una lista de mineras que van a nacionalizar; entonces ya no entran a estas sofisticaciones del impuesto”, indicó.
Asimismo, precisó que cuando “el presupuesto es parte del canon, este no regresa al Tesoro Público sino que se queda con la autoridad subnacional”.
“Creo que para ser justos hay cierta culpa compartida desde las disposiciones que podemos tener en el Ministerio de Economía y Finanzas y en la manera que se hace la inversión pública a nivel nacional. Creo que no todo es responsabilidad de los gobiernos regionales o municipalidades provinciales o distritales, pero ciertamente hay un componente muy fuerte de responsabilidad ahí también por la presencia permanente de corrupción y por un tema de falta de capacidades para avanzar las obras y ejecutar lo que se tiene que ejecutar”, sostuvo Macera.
Posibles consecuencias sobre la población
Por otro lado, Diego Macera consideró que de ocurrir una crisis económica profunda en el Perú; generalmente, los más perjudicados serán las personas que tienen menos recursos.
“Cuando tenemos estos ciclos de deterioro o procesos de caídas de la inversión, típicamente son las personas de menores ingresos los que terminan perjudicándose, y no solo a partir de los ingresos sino también a partir de las oportunidades de mejora de la calidad de vida; no se cierran brechas sociales ni se crean nuevos puestos de trabajo. No digo que esto necesariamente lo que vaya a suceder, sino que cuando las perspectivas económicas son negativas y la economía entra en un proceso de corrección o de reducción, son las personas de menores ingresos las que más se perjudican”, puntualizó Diego Macera.