La situación de aguda crisis sanitaria en que se desenvuelve actualmente el Perú y el mundo ha multiplicado las interrogantes respecto al futuro, a las que en el plano interno se suman las que plantea el agitado actual escenario político y económico en que nos desenvolvemos. En perspectiva, ¿Qué deparará ese contexto para el país y para la industria minera? Elmer Cuba, economista destacado y agudo observador de la realidad nacional, responde a esta y otras interrogantes urgentes en la presente entrevista.
¿Cuál es la situación actual de la industria minera en el Perú y el mundo? Comencemos por señalar lo positivo.
Claramente, lo positivo es que el crecimiento económico del mundo está rebotando por encima del 6%, liderado por China y los Estados Unidos, lo que ha configurado un escenario que no puede ser mejor en cuanto a precios de los minerales y en el que las perspectivas de los grandes productores mineros, como el Perú, son muy buenas. De hecho, el actual es un escenario fantástico para gatillar nuevos proyectos y generar un boom de exploración, que siempre se produce cuando los precios son altos.
¿Y lo negativo?
Lo negativo es que, pese a tener ese escenario externo positivo de precios altos, que se proyecta que durará unos años, el Perú está desaprovechándolo, ya que más allá de Mina Justa y Quellaveco no tenemos otros grandes proyectos similares en lista.
En el plano interno, a eso se suman algunos factores negativos vinculados a la actual coyuntura política, como la amenaza de fijar un impuesto a la renta de 70%, lo que haría inviable no solo a la actividad minera sino a cualquier actividad privada. Esta medida, además, es casi expropiatoria y rompería el equilibrio financiero de las compañías y las actuales reglas de juego, con lo que nadie querría invertir en el Perú. Y peor aún si, como viene haciendo Perú Libre, se habla de expropiar minas, cosa que provocaría no solo una implosión del sector, sino del país.
A eso habría que añadir el escenario adverso para la minería que se ha configurado tras la primera vuelta electoral, en la que la opción representada por Perú Libre, claramente opuesta a la actividad, ha logrado mayorías marcadas en 10 de 13 regiones mineras.
En efecto, y eso es resultado del fracaso del Estado peruano. Porque no debemos olvidar que, por ejemplo, los municipios y las regiones, que son parte del Estado peruano que son el Estado en su más pequeña expresión no han sido capaces de utilizar los recursos del canon, que han sido notables para invertirlos y mejorar la infraestructura o los servicios de educación y salud de sus pueblos. Y ese es el mismo fracaso que ha experimentado el Estado nacional, solo que a escala local.
Un fracaso del que -desde la izquierda, en forma maniquea- responsabilizan a las empresas mineras.
Sí, cuando lo que ha fracasado no son las empresas mineras, porque ellas extraen mineral, pagan impuestos, generan empleo local y, además, contribuyen con el financiamiento de los gobiernos locales a través del canon. Y esto es lo que han hecho durante los últimos 15 años; pero ninguno de esos gobiernos ha estado a la altura, y, por el contrario, han replicado las fallas del Estado nacional.
Y aquí hay que señalar que gran parte de la responsabilidad en eso la tiene el Ministerio de Economía y Finanzas, que es la autoridad normativa del sector, ya que pese a registrar un crecimiento sostenido de recursos del canon desde el 2005 como resultado del boom minero que vivió el país, no ha sido…