El economista explicó lo que implica una economía popular con mercados que plantea el proclamado presidente Pedro Castillo.
El asesor económico de Castillo, Pedro Francke, está en constantes reuniones con el recientemente proclamado presidente de la República, quien tiene clara la iniciativa de instaurar en su gestión una «economía popular de mercados».
Pero este concepto ha sufrido algunos cambios en los últimos meses. Y desde la BBC Mundo se analizó este tema, que – aunque no aparece en ningún texto económico – originalmente fue definido como una mezcla entre la experiencia de lo realizado por los mandatarios Evo Morales en Bolivia y de Rafael Correa en Ecuador.
Así, indican, es una especie de “evocorreísmo” a la peruana, bajo las directrices de un Estado planificador, empresario, industrializador y protector. “Un Estado que genere recursos internos a partir de la soberanía de sus recursos”, dicen.
Y cuando Castillo pasó a segunda vuelta, se produjo un giro en el concepto con el fichaje del hoy voceado para ministro de Economía y Finanzas, Pedro Francke.
El sociólogo y académico de la Pontificia Universidad Católica del Perú y de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Sinecio López, indicó para BBC Mundo que “Castillo se dio cuenta de que tiene que gobernar para todo el país y su actual equipo técnico representa una izquierda moderna, no una izquierda primitiva”.
Redistribución de la riqueza
Entrevistado por el citado medio, Francke explicó que la economía popular con mercados “es un modelo de libre actuación de la empresa privada, como lo hemos tenido hasta ahora, pero con un mayor componente redistributivo de parte del Estado”.
En ese sentido, «hay que redistribuir la riqueza, en particular la riqueza minera”.
El economista remarcó que se pretende que los fondos provenientes de las políticas de redistribución de la riqueza sean destinados a un aumento del gasto social en salud y educación, y a un mayor apoyo a los microempresarios de la ciudad y del campo.
“Existe temor sobre lo que podríamos llamar esa otra izquierda, una izquierda que tiene una propuesta más estatista al estilo Cuba o Venezuela, con una multiplicidad de controles de precio, economía fuertemente planificada, enorme presencia estatal. Eso no es lo que queremos”, apuntó.
Frente a ello, «el país que más se asemeja al sistema económico que el nuevo gobierno pretende construir es Bolivia».
Francke manifestó que «hay una cierta cercanía con la experiencia de Evo Morales en Bolivia, pero digo cierta, porque tenemos una propuesta nacional y cada país es distinto”.
Economía abierta con énfasis social
El vocero económico del proclamado presidente Pedro Castillo ha insistido recientemente en que el nuevo gobierno promoverá una economía de abierta, con mayor énfasis en lo social.
Precisó, en ese sentido, que «la idea básica es que se mantendría una economía de mercado. No es una idea de intervencionismo masivo del Estado en la economía”.
Postuló, de este modo, que, a fin de financiar un mayor gasto en salud y educación, priorizarán un aumento de los impuestos mineros y lucharán contra la evasión y elusión de los tributos a la renta de las empresas.
Francke – considerado como un economista moderado de izquierda – ha sido claro en señalar que el plan económico no considera expropiaciones o “confiscaciones de ahorros”.
Por tal, se ha convertido en uno de los principales caballos de batalla de Castillo para apaciguar la incertidumbre sobre el futuro económico peruano.