Gracias a la protección que brinda a las estructuras metálicas (sobre todo en las zonas de la costa y sierra), las pinturas y los recubrimientos se han convertido en uno de los elementos más indispensables del sector minero. El uso adecuado de estos productos permitirá que haya una mayor durabilidad y agregará más años de vida a las infraestructuras de la industria minera.
L os procesos industriales que desarrolla la minería son realizados en ambientes donde las estructuras, los equipos y materiales se encuentran expuestos a sustancias químicas que llegan a deteriorar las instalaciones y esto genera altos costos y riesgos a la empresa.
La pintura, está fabricada de tal forma que puede conservar las características físicas de las estructuras donde se utiliza, además de ser un producto que higieniza y embellece las superficies en las que se aplican. Entre las características que tiene estos elementos son la resistencia frente a factores como la corrosión, la buena adherencia sobre superficies especiales y la dureza.
Ante ello, las pinturas deben cumplir con exigentes estándares de protección, brindándoles una mayor vida útil a los materiales, por lo que en consecuencia disminuirá los costos de mantenimiento y aportará seguridad a los trabajadores.
Estos recursos principalmente se emplean en zonas industriales susceptibles en verse dañadas por abrasiones y rozamientos, así como a la utilización de productos químicos. Aunque, también es común utilizarlas en zonas donde hay oxidación como los ambientes marinos en el que el agua y el salitre se encuentra presente, o superficies que corren ciertos riesgos de impacto en mayor y menor grado.
