Así lo aseguró Miguel Cardozo del IIMP, lamentando que «la operación no está produciendo al nivel de los años anteriores».
Los permanentes bloqueos en el Corredor Minero del Sur han venido impactando seriamente en el desempeño de Las Bambas, una de las principales minas instaladas en nuestro país. Esto repercutirá en la economía del país y de regiones como Apurímac, así lo señaló Miguel Cardozo, vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), en una entrevista con el programa televisivo “Sin Medias Tintas».
Cardozo lamentó que si no opera Las Bambas se pierde aproximadamente 10 millones de dólares cada día. Las Bambas representa el 1% del PBI nacional y produce aproximadamente el 16% del cobre nacional y 2% del cobre que se produce en el mundo.
«Hace poco salió el gobernador de Apurímac, Baltazar Lantaron, diciendo que debido a una paralización la región de Apurímac pierde 1 millón y medio de soles diarios de ingresos por conceptos de regalías contractuales», recordó.
Corredor minero del sur
Explicó que las comunidades de Chumbivilcas están a 200 km de la operación minera y forman parte del Corredor Minero del Sur, por donde circulan justamente los vehículos de varias empresas mineras entre ellas Las Bambas.
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Así, aseguró que «el tema del mineroducto ahora ya no es requerido por los pobladores de esta región porque ellos están pensando que más bien la solución la quieren a través de la carretera porque allí están esperando o tienen expectativas de poder conseguir trabajos, de formar empresas que den servicios y tener una serie de beneficios adicionales».
«El tema es que esa carretera asfaltada podría reducir los problemas que ya conocemos y que vienen efectivamente ocurriendo desde que se inició la operación hace cinco años», indicó.
Acotó que «la otra solución es el tren, que es un proyecto que ya existe, que cuesta unos 10 mil millones de dólares y que sería no solamente una solución para el problema del transporte del mineral de Las Bambas, sino además una ventaja enorme para el desarrollo no solo de la región de Apurímac y Cusco y muchas más».
«Es responsabilidad del Estado. El desarrollo de la infraestructura en general en el país es una responsabilidad del Estado. Yo estoy seguro que las empresas mineras están dispuestas a colaborar en esto, pero no creo que esto sea responsabilidad de una empresa», aseveró.
Es imposible, añadió, ponerle un cargo de 10 mil millones de dólares a una sola empresa.
«En todo este tiempo no se ha conversado adecuadamente acerca de cuál es la solución. Es difícil cargarle (a Las Bambas) un proyecto de tanto costo por hacer el transporte nada más, cuando la infraestructura es responsabilidad del Estado y no solamente por la minería, hay muchísimas cosas que son afectadas por la falta de transporte sin ninguna posibilidad adicional», remarcó Cardozo.
En todos los países del mundo el desarrollo de la infraestructura, sentenció el representante del IIMP, es responsabilidad de los Estados. «Si las empresas contribuyen es maravilloso y eso deberíamos procurar, pero no es responsabilidad de las empresas generar una infraestructura que además no le va a servir solo a ella, sino que le va a servir a todas las regiones por donde esta infraestructura pasa», dijo.
¿Vuelta atrás en la decisión de Las Bambas?
Para Cardozo, el anuncio ha sido que están previendo que si esta interrupción de las vías continúa, no van a estar en capacidad de continuar operando desde el 15 de diciembre.
En ese sentido explicó que estos bloqueos de carreteras, que además son actos ilegales, ocasionan el no ingreso de materiales que se necesitan para seguir produciendo y también crean dificultades para el ingreso del personal. Entonces las empresas van perdiendo cada vez más la capacidad de seguir produciendo.
«Es importante recordar que en julio del 2016 empezó a producir Las Bambas, en el 2017 llegó a 450 mil toneladas de cobre fino, resulta que este 2021 probablemente no va a poder llegar ni siquiera a las 300.000», advirtió.
En estos cinco años, prosiguió Cardozo, esas carreteras han estado interrumpidas por diferentes comunidades y sectores poblacionales durante más de 400 días, más de un año de interrumpida.
«La operación no está produciendo al nivel de los años anteriores. Ha llegado hasta 310.000 315.000 toneladas nada más», lamentó.