El hidrógeno verde complementará la transición energética de Colombia aprovechando las energías renovables, tanto convencionales como no convencionales.
Dentro de la hoja de ruta del hidrógeno, el Gobierno de Colombia espera que para 2030 se proyecte y desembolse aproximadamente US$2.500 millones para inversiones que ayuden al desarrollo, generación y uso de este energético.
Dentro de los objetivos que se tienen trazados y que había anunciado el Ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, está que se pueda cubrir la oferta y demanda al final de la década.
“El hidrógeno verde complementará la transición energética de Colombia aprovechando las energías renovables, tanto convencionales como no convencionales, así como el salto histórico está dando el país en la rápida incorporación de energía eólica y solar”, afirmó.
En ese mismo sentido y según información del diario Portafolio, el principal objetivo es “desarrollar plantas de electrólisis con una capacidad instalada entre 1 y 3 gigavatios (GW) que se ubicarán en regiones de alto recurso renovable, como en lugares cercanos a su consumo, para minimizar los costos asociados al transporte”.
Señala esta misma información que en cuanto a la producción, “se pretende costos de US$1,7 por kilogramo (kg) en hidrógeno verde, y de al menos 50 kilotones (kt) de hidrógeno azul gracias a la captura de CO2 en plantas existentes o nuevas SMR (tecnología de Reformado de Metano con Vapor)”.
Cabe recordar que en el lanzamiento de esta hoja de ruta, también se mencionó que lo que se busca es brindar las herramientas para que Colombia pueda aprovechar aún más el potencial eólico y solar que ha venido desarrollando gracias a un marco regulatorio robusto, que incluye incentivos tributarios.
De igual manera, el hidrógeno verde, con un potencial de más de tres gigavatios de solo en la Guajira, representa grandes oportunidades económicas y de desarrollo para Colombia en aplicaciones que van desde el uso de este vector, energético en procesos de refinación, transporte de gas, movilidad sostenible y producción de insumos agrícolas.
Adicionalmente, hay un gran potencial de exportación en el mediano y largo plazo que le permitiría a Colombia posicionarse en los mercados asiáticos, europeos y norteamericanos, aprovechando su ubicación privilegiada de acceso a los océanos Pacífico y Atlántico, y su cercanía al Canal de Panamá.
Además, se estima que a través del hidrógeno, Colombia podría desarrollar nuevas cadenas de valor que impulsarán la economía y crearán empleo de alta calidad, movilizando un estimado de US$5.500 millones y la creación de cerca de 15.000 empleos durante la década entre 2020 y 2030.
Finalmente, las cuentas del gobierno apuntan a que, en 2021, se multiplique por 20 la capacidad instalada de energía renovable no convencional que había en 2018, gracias a la entrada en operación de alrededor de 16 proyectos, incluido el primer parque eólico que se construye en el país en más de 17 años.
También, al finalizar el actual Gobierno, se estima que el país tenga en funcionamiento y en construcción más de 2.500 MW (megavatios) de capacidad instalada, impulsados por las dos subastas que desarrolló el Gobierno de Colombia en 2019.