Esperan los resultados de una reunión entre el Gobierno y las comunidades que tienen tomado el reservorio que los abastece.
Trabajadores de la mina Cuajone de Southern Perú en Moquegua advirtieron que se enfrentarán a los comuneros que mantienen bloqueada una represa, medida de fuerza que los tiene sin agua desde hace unos 50 días y que está tornando inviable la operación en el campamento minero.
El miércoles, los trabajadores emitieron un pronunciamiento con un ultimátum contra los comuneros en el que daban 24 horas «para que el agua llegue a Cuajone o habrán consecuencias».
Además, criticaron la inacción del gobierno central para solucionar esta situación que afecta a los trabajadores y sus familias, quienes no tienen agua desde hace varias semanas.
«Nos hemos movilizado y seguiremos movilizándonos por la desesperación de nuestras familias y por el llanto de nuestros hijos, por la necesidad de trabajar, porque ya son dos meses de mecida indiferente que sabemos que seguirán prolongando sin que se exija que nos devuelvan el recurso vital», dice el pronunciamiento.
Desde hace más de 50 días, las comunidades de Tumilaca, Pocata, Coscore y Tala, de Moquegua tienen tomado el reservorio hídrico Viña Blanca de la mina Cuajone, propiedad de la minera Southern Perú Copper Corporation. Ante esta situación, Raúl Jacob, Vicepresidente de Finanzas de la compañía, dijo que si no se encuentra solución a la actual situación, la minera se ve bajo la amenaza de suspender sus actividades económicas en la zona.
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“Es posible, pero no queremos hacerlo, pero mantener esta situación es inviable a corto plazo y por lo tanto es importante e insisto a las comunidades que reflexionen”, dijo a Ampliación de Noticias de RPP el último lunes.
En el comunicado del miércoles, los trabajadores advierten al gobierno que si sus derechos básicos no les son restituidos «dentro de las 24 horas, las masas trabajadoras y sus familias nos movilizaremos a la represa de Viña Blanca para liberar el agua con nuestras propias manos».
Un día más de tregua
Trabajadores de Cuajone se alistaban este jueves para dirgirse al reservorio Viña Blanca. En un video subido a Facebook por un integrante del sindicato, se escuchaban arengas sobre su intención de subir hacia el reservorio, tomado por los comuneros, y abrir, a como dé lugar, la válvula de agua de la que se abastece Cuajone.
«Estamos listos para subir, estamos preparados» decían en alusión a su advertencia de enfrentarse, si es necesario, a los comuneros.
Javier Tarrillo, funcionario de la secretaria de Gestión Social y Diálogo de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) llegó a la zona y pidió paciencia a los trabajadores y que esperen unas horas, mientras termina un diálogo entre el Gobierno y las comunidades que tienen el control del reservorio que, según dijo, se realizaba este jueves.
«En estos momentos se desarrolla una reunión en la comunidad para ver el tema del levantamiento de la medida de fuerza, aguarden la respuesta de la misma», dijo y aseguró que cual sea el resultado de la reunión, el Gobierno tomaría medidas para restitución del agua.
El pedido de Tarrillo, no fue bien recibido por los trabajadores, que insistieron a gritos que el abastecimiento de agua se solucione este mismo jueves. No obstante, luego acordaron esperar el tiempo solicitado, pero con la advertencia de que cumplirían con su anunció de recuperar el reservorio a la fuerza, si es que el problema persistía.
Además del severo problema que tienen las familias de Cuajone con la falta de agua, los trabajadores denunciaron que debido a la afectación a la operación minera, la empresa ha despedido a unos 40 empleados, y que trabajadores contratados de empresas que prestan servicios externos a la mina también han perdido sus empleos.
Según una fuente de RPP Noticias, la empresa Southern Perú afirma que desconoce las medidas de fuerza que están tomando los sindicatos de la mina, pero indican que han hecho reiterados llamados a la calma a los trabajadores.
Southern Perú ha informado que la toma del reservorio pone en peligro la vida y la salud de las más de 5 mil trabajadores y sus familias, que habitan en Cuajone y que es necesario que las comunidades depongan la medida de fuerza para luego encontrar soluciones a través del diálogo.