El tiempo de recuperación para los accidentes oculares variará entre dos días y cuatro semanas, de acuerdo a la severidad de la lesión.
La Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés) estima que las lesiones oculares en el lugar de trabajo se valorizan, aproximadamente, en $300 millones al año, considerando la pérdida de productividad, tratamiento médico y compensación laboral. Sectores como minería y construcción suelen ser más proclives a registrar este tipo de accidentes ocupacionales debido al uso de materiales con riesgo potencial para la visión.
“Las partículas voladoras son las más frecuentes al producir traumas en el ojo. Pueden ser muy leves, que producen daño a la conjuntiva o a la córnea, o más severas. Entre las severas, se encuentran las penetrantes y perforantes. Las penetrantes son aquellas que hacen un hueco en la pared del ojo, la cual posee un milímetro. Por otro lado, las perforantes son las que entran y salen por la otra pared; es decir, causan doble herida. Si llegan a partes importantes del ojo, pueden causar infección, hemorragia, desprendimiento de retina, rompimiento del nervio óptico o, inclusive, ceguera”, afirma el Dr. Gerardo Arana, oftalmólogo y fundador de Oftálmica Clínica de la Visión.
Asimismo, el especialista indica que los materiales que suelen causar lesiones más severas son el hierro y el cobre; mientras que el acero, el vidrio y el plástico ocasionarán menos complicaciones. Por otro lado, los químicos que usan las empresas durante sus diversos procesos, como los vapores muy concentrados y los líquidos, podrían ocasionar peligrosas quemaduras oculares. Estas sustancias químicas pueden dividirse en ácidas o alcalinas.
“Las más peligrosas son las alcalinas ꟷcomo la lejíaꟷ, porque la sustancia sigue quemando hasta que es retirada. Por ejemplo, cuando una partícula de 0.1 mm cae al ojo, inmediatamente, este órgano produce una capa que engloba a la partícula. Unas dos o tres horas después, el envoltorio se disuelve y la partícula vuelve a quemar el ojo. Entonces, la lesión ya no solo sería de 0.1 mm, sino de 0.9 mm.; y, así, después de unos tres o cuatro días, esta partícula va a seguir produciendo quemaduras”, asegura el Dr. Arana.
Ante un accidente
El tiempo de recuperación para los accidentes oculares variará entre dos días y cuatro semanas, de acuerdo a la severidad de la lesión. Además, es vital acudir a un especialista tan pronto como el traumatismo haya ocurrido.
“Lo fundamental es saber qué te afectó, con qué severidad, cuánto ha dañado la superficie o ha perforado y qué tanto demoró en llegar a tratarse. Esto último es crítico. Si me perforo el ojo y me atienden en las siguientes 12 horas, tendré mejores resultados que si me demoro un día, porque puede presentarse una inflamación importante que puede formar cataratas. Entonces, viene una complicación tras a otra. Las atenciones en un sistema de emergencias o con un oftalmólogo deben ser prontas. Además, es importante llevar una muestra de la sustancia para poder analizarla”, explica el especialista.
Por otro lado, para que los trabajadores del sector minero y construcción eviten este tipo de accidentes, es indispensable el uso de su EPP como gafas protectoras, las cuales serán distintas según el trabajo que se realice. Además, se recomienda una visita constante al oftalmólogo. “Si son personas que trabajan en fundiciones, se aconseja que acudan cada dos o tres meses, porque la exposición al calor puede quemar células del ojo; por eso, se debe analizar si hay un defecto en la función de la visión. Aquellos que trabajan con explosivos o soldaduras, apenas sientan una incomodidad, deben asistir al oftalmólogo”, finaliza el Dr. Arana.