La mejora en el IDH está ligada al Desarrollo Territorial Sostenible, por lo que el Estado tiene la responsabilidad de lograr que los ingresos generados por la minería tengan un impacto mayor en el bienestar de las personas.
En las provincias del sureste peruano con presencia de actividad minera, la tasa de crecimiento del Índice de Desarrollo Humano (IDH) es mayor que en otras zonas sin minería, así lo afirmó el representante en Perú del Programa de Naciones Unida para el Desarrollo (PNUD), Francisco Santa Cruz, durante su presentación en el Jueves Minero del 30 junio, que se sumó a Rumbo a PERUMIN.
Detalló que casos como las localidades de Cusco, Urubamba, Espinar y Canchis (en la región Cusco); San Román, San Antonio de Putina y Puno (en Puno), y Abancay (en Apurímac) presentan un nivel de desarrollo avanzado, pues su IDH es superior al promedio nacional.
Otras zonas como La Convención, Chinchero, Anta, Calca y Chumbivilcas (en Cusco); Lampa y Melgar (en Puno); Andahuaylas y Cotabambas (en Apurímac), iniciaron con un índice de desarrollo bajo, pero su tasa de crecimiento es gradual y por encima del promedio nacional.
En otro momento, el especialista afirmó que la mejora en el IDH está ligada al Desarrollo Territorial Sostenible, por lo que el Estado tiene la responsabilidad de lograr que los ingresos generados por la minería tengan un impacto mayor en el bienestar de las personas.
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“El desarrollo humano demanda que todos los actores: gobierno, comunidades campesinas, etc., contribuyan a que la renta por la presencia de actividad extractiva, como el canon minero, se revierta en beneficio de la población”, indicó.
En ese contexto, sostuvo que el desarrollo humano es el proceso de expansión de capacidades y derechos de las personas, dentro de un marco de igualdad de oportunidades para progresar en libertad.}
“El IDH es un indicador que se establece de acuerdo con la esperanza de vida de las personas, su crecimiento educativo y el acceso a bienes y servicios. En Perú se ha evidenciado un menor nivel en las zonas de mayor altitud y una mejor evolución en las áreas urbanas”, explicó.
A su turno, el expresidente de la Cámara de Comercio del Cusco, Fausto Salinas manifestó que la burocracia existente en las instituciones del Estado, sumada a los niveles de corrupción, perjudica la distribución de los recursos generados por la actividad minera a los distritos, provincias y regiones, y, por ende, retrasa su desarrollo social y económico.
“Con 30 años de gobiernos de izquierda y cuatro presidentes regionales presos, no hay forma en que el Cusco, por ejemplo, pueda traducirse el crecimiento económico en oportunidades de desarrollo para la región”, remarcó.
En Rumbo a PERUMIN, también participó el presidente de G&G Servicios Generales, Luis Vargas y el director de El Montonero, Víctor Ponce.