Junto con ocho empresas más, el plan de Shell apunta a producir vehículos mineros eléctricos de carga rápida para 2025.
Una coalición de nueve empresas, encabezada por Shell, tendrá como objetivo producir vehículos mineros eléctricos de carga rápida para 2025.
Además de Shell, participan Alliance Automation, Spirae y Worley, que se encargarán de la distribución de energía y tener varios puntos de carga en un sitio.
En tanto, Carnegie Robotics, Heliox y Stäubli desarrollarán los sistemas de carga rápida para permitir una rápida transferencia de energía a los vehículos.
A bordo de los vehículos, las baterías serán desarrolladas por Skeleton Technologies y Microvast.
De esa manera, los representantes de las empresas presentaron sus planes para un sistema de carga modular y compatible entre sí.
El vicepresidente de descarbonización e innovación sectorial de Shell, Grischa Sauerberg, dijo que el sistema permitiría su uso en canteras y agregados, así como en minas profundas.
Aporte de Shell
Sauerberg indicó que la división de energía de la compañía se encargaría del suministro y la gestión de la energía.
La división de productos químicos de la compañía también se encargará de los sistemas de refrigeración.
También comparó su sistema con el de los biocombustibles y el hidrógeno, diciendo que cada uno tendrá «un papel que desempeñar» en un «mosaico de soluciones» en el futuro.
En el presente, dijo que los mineros habían encontrado que ambos eran demasiado caros.
“El hidrógeno verde no es escalable en esta etapa; las cadenas de suministro aún no están listas. Eso es algo que creemos que solo cambiará realmente a mediados de la década de 2030”, señaló.
Las baterías para vehículos mineros
Este sistema permitiría la carga completa de una batería de 400 kWh en 90 segundos, usando una conexión eléctrica de 24 MW.
Este tamaño de batería agregaría 12 toneladas al peso de un vehículo, aunque las empresas dicen que la modularidad permitirá diferentes capacidades.
Skeleton Technologies de Estonia construirá las baterías de los vehículos.
Y si bien la compañía ha trabajado anteriormente con grafeno, el vicepresidente de desarrollo comercial de automóviles, Sebastian Pullman, dijo que las nuevas baterías también usarán papel de aluminio con agua como electrolito.
El plan consideraría también a hacer que las baterías fueran reciclables.
“Las baterías de iones de litio de hoy en día no pueden manejar la carga rápida, lo que significa que necesita un sistema mucho más grande de lo que normalmente instalaría”, explicó.
Añadió que también se encuentra con problemas de seguridad y vida útil, y hay problemas de sostenibilidad en torno a algunos materiales.
“Las baterías de iones de litio más comunes utilizan materiales como el cobalto y el níquel, que no están disponibles, por ejemplo, en Europa”, comentó.
Como tal, la batería no usará cobalto, litio, cobre o grafito. Esto evitaría que la batería presente un riesgo de explosión si es perforada, aplastada o sobrecalentada, según lo probado por terceros.
Sin embargo, aún no se han proporcionado detalles de esta prueba.
También admitió que el nuevo diseño costaría más por kWh de almacenamiento de energía que los sistemas convencionales.
Al mismo tiempo, la «súper batería» ofrecería un rendimiento de carga más rentable que otros sistemas.
Sin embargo, en minas con suministros de energía discontinuos o donde las líneas de alto voltaje no pueden llegar a las estaciones de carga o descarga, la carga rápida puede requerir amortiguadores de energía estacionarios.
Las baterías tendrán una capacidad nominal de 50.000 ciclos de descarga, cada uno con una duración de «20 a 30 minutos».
Los ingenieros comenzarán a probar un sistema prototipo en condiciones de laboratorio en Hamburgo a partir del próximo año.
En 2024, la coalición comenzará sus primeras pruebas de campo en un lugar aún no decidido. Las unidades estarían disponibles comercialmente por primera vez a partir de 2025.