Hochschild informó que pobladores del anexo de Huancute mantienen secuestrados a 1,700 trabajadores de la unidad minera Inmaculada.
Hochschild comunicó que, desde el 20 de noviembre, pobladores del Anexo de Huancute mantienen todos los accesos a la Unidad Minera Inmaculada bloqueados.
Esa medida extrema viene generando que 1,700 trabajadores de Inmaculada estén secuestrados por los pobladores del anexo de Huancute.
Incendio de volquetes
Asimismo, la compañía notificó que este jueves 1 de diciembre, Compañía Minera Ares intentó realizar el relevo de dichos trabajadores.
Así como ingresar alimentos y suministros a la Mina Inmaculada, pero fueron agredidos violentamente por pobladores de Huancute.
“En un acto de sabotaje y violencia desmedida, comuneros del anexo de Huancute incendiaron 7 volquetes, 1 cargador frontal e intentaron atacar el polvorín de la unidad minera, poniendo en peligro la vida de los trabajadores y de los propios pobladores”, denunció la empresa.
Añadió que la Policía Nacional del Perú estuvo presente y, por disposición de la Fiscalía competente, intentó liberar la vía pública.
Sin embargo, Hochschild indicó que la policía también fue agredida por los pobladores, resultando dos efectivos policiales con lesiones.
Por su parte, Minera Ares responsabiliza a los dirigentes del Anexo de Huancute y a sus asesores por los hechos que vienen ocurriendo.
“Y por cualquier acto de violencia que pueda desencadenarse ante esta ilegal y arbitraria acción”, subrayó.
Igualmente, Compañía Minera Ares rechaza los actos de violencia denunciados y exige la intervención inmediata de las autoridades.
“Con el fin de reestablecer el orden y así garantizar la integridad de los más de 1,700 colaboradores que trabajan en la Mina Inmaculada”, enfatizó.
Racionamiento de alimentos
Para la minera estos graves hechos constituyen nuevos delitos que atentan contra la propiedad privada y la seguridad de los trabajadores.
“Los trabajadores permanecen secuestrados en la Mina Inmaculada sin poder salir por temor a ser agredidos”, manifestó.
En ese sentido, alertó que, al no poder abastecer la Mina Inmaculada con necesidades básicas, los alimentos de los trabajadores han tenido que ser racionados.
“En los próximos días, se acabará lo poco que queda afectando la salud e integridad de los mismos”, advirtió Hochschild.
