Tras el ataque sufrido a sus instalaciones, Antapaccay inició la evacuación de sus más de dos mil trabajadores y contratistas.
Luego de que un grupo de «vándalos» atacó a la mina de cobre Antapaccay, controlada por la empresa global Glencore, la empresa activó medidas de seguridad para poner «a buen recaudo» a su personal.
“Al momento, tenemos un aproximado de 2,400 personas entre trabajadores de Antapaccay y de contratistas. En la operación permanecerá solo personal esencial”, precisó.
Antapaccay no identificó a los atacantes, pero invocó al Gobierno, a las autoridades locales y a la población de Espinar «a privilegiar el diálogo para encontrar soluciones viables a la situación que está atravesando el país».
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«Nuestra empresa es respetuosa del derecho a la protesta, sin embargo, de ninguna manera comparte estos actos repudiables y delincuenciales que ponen en riesgo la integridad de nuestros trabajadores y de la población civil en general», manifestó.
Antapaccay está ubicada en la provincia de Espinar, en la región de Cusco, una de las zonas donde se realizan protestas contra el Gobierno de la presidenta Dina Boluarte.
Perú atraviesa una crisis cada vez más profunda por violentas protestas antigubernamentales centradas en las principales regiones mineras del país.
