Los proyectos oscilaron entre 2,988 y 4,667, siendo los principales rubros educación, economía local, infraestructura básica y promoción de la cultura.
Según se dio a conocer en el Anuario Minero 2021, elaborado por el Ministerio de Energía y Minas, la cantidad de proyectos de desarrollo sostenible declarados por las empresas mineras desde el 2008 hasta el 2020 osciló entre 2,988 y 4,667, siendo los principales rubros educación, economía local, infraestructura básica y promoción de la cultura.
Asimismo, la inversión ejecutada en estos proyectos se ha ido incrementando desde el 2008 hasta el 2020, año en que se registra una suma que supera los S/ 700 millones.
Al respecto, Jimena Sologuren, directora del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), consideró en un artículo para el diario Gestión que si bien se han logrado avances en favor del desarrollo sostenible, aún hace falta ampliar el impacto de dichos proyectos, para lo cual se debe potenciar el trabajo en conjunto con los actores involucrados.
“Es necesario que se fortalezcan las capacidades de todos: gobiernos locales, ciudadanos, asociaciones, empresas, entre otros, para que estos esfuerzos tengan un impacto positivo en el corto y mediano plazo”, señaló Sologuren.
De acuerdo con Sologuren, el desafío más grande para el desarrollo sostenible se centra en la articulación del trabajo entre los actores, ya que existe desconfianza entre ellos.
Por su parte, Diana Rake, también directora del IIMP, opinó para el mismo medio que “si se determina una visión compartida que involucre el bienestar y la paz común y hay voluntad de las partes, se puede articular un desarrollo que sea ganar-ganar y ese territorio sea desarrollado”.
Asimismo, la gerente general de Diana Rake & Associates hizo énfasis en que, en el caso de las mineras, la responsabilidad social alcanza a irradiar incluso más allá de la zona de influencia, ya sea de forma directa o indirecta. Sin embargo, coincidió en que la responsabilidad social no radica en un solo actor, sino en el logro de la articulación sostenida y sostenible.
“Al identificar un territorio se debe crear espacios de planificación y diálogos multiactor, esquemas de cómo ejecutar intervenciones e inversiones, dándole prioridad a las de mayor impacto en calidad y repercusión de bienestar social”, afirmó Rake.
