Se espera que Zama produzca hasta 180,000 barriles por día (bpd) de crudo entre 24 y 27 grados API, dijo Pemex en un comunicado.
Reuters.- La estatal mexicana Pemex informó que el jueves fue entregado al regulador petrolero del país el plan de desarrollo del yacimiento Zama, en el Golfo de México, un disputado proyecto en el que está asociada con un consorcio liderado por la estadounidense Talos Energy.
Pemex, el operador, y el consorcio, en el que también participan Harbor Energy y Wintershall Dea, comparten el campo petrolero en aguas someras, con unos 850 millones de barriles de petróleo crudo equivalentes (bpce).
El plan incluye la perforación de 46 pozos y dos plataformas. Se espera que Zama produzca hasta 180,000 barriles por día (bpd) de crudo entre 24 y 27 grados API, dijo Pemex en un comunicado.
«La producción de hidrocarburos estará compuesta en un 94% de aceite de excelente calidad», añadió.
Zama es considerado uno de los mayores descubrimientos petroleros a manos de empresas privadas producto de la reforma energética de 2013/14, que amplió el espectro en el que las firmas distintas a Pemex podían invertir en el sector energético.
Pemex no detalló cuándo comenzaría la perforación de pozos ni cuándo se alcanzaría el pico de producción ni montos de inversión.
Ni Talos ni la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) respondieron de inmediato a solicitudes de Reuters sobre el plan de desarrollo, cuyo plazo para ser presentado al regulador vencía el jueves.
El consorcio y Pemex habían mantenido un largo enfrentamiento sobre quién debía desarrollar el yacimiento, descubierto por Talos en 2017. La disputa llegó a tal punto que los gobiernos mexicano y estadounidense tuvieron que mediar.
Talos quería ser el operador de Zama pero la Secretaría de Energía (Sener) decidió asignar a Pemex la operación del campo, después de que no se llegara a un acuerdo al respecto.
El director de Pemex, Octavio Romero, dijo a mediados del año pasado que la empresa estaba dispuesta a invertir miles de millones de dólares en Zama una vez que Talos aceptara que la firma estatal fuera la operadora.
Pemex es una de las petroleras más endeudadas del mundo. Su deuda financiera ronda los 107,700 millones de dólares y debe pagar amortizaciones por 8,200 millones de dólares este año, solo de bonos y créditos a largo plazo.
Al llegar al poder a finales del 2018, el presidente Andrés Manuel López Obrador, un nacionalista en materia energética, suspendió las licitaciones de áreas petroleras, aunque dijo que respetaría los contratos asignados hasta ese momento.