El primer escenario (precio bajo), aproximadamente de US$70 por barril en promedio a nivel global, se presentaría siempre que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) mantenga sus topes máximos de nivel de producción, trayendo como resultado un crecimiento moderado de la demanda. En paralelo, dicho precio podría presentarse siempre que no existan trastornos geopolíticos en el suministro.
El segundo escenario (precio moderado), conllevaría a un precio de US$80 por barril en promedio a nivel global. En este caso, se estima que Arabia Saudita y los demás miembros de la OPEP impondrían presiones fiscales para limitar ligeramente la producción. A la vez, en Estados Unidos, la producción de petróleo no convencional tendría que reducirse y hacerse más lenta. El uso disciplinado de capital, el enfoque operativo, la innovación y la eficiencia se vuelven insuficientes para contrarrestar la reducción de la inversión.
En el tercer escenario (precio alto), la economía global se fortalece en un contexto de precios bajos de energía y aumento global de la demanda de petróleo. Surgirían nuevamente tensiones geopolíticas que amenazarían el suministro de petróleo, mientras la OPEP mantiene férreo control sobre el acceso a las reservas convencionales. Impactos por aplazamientos y cancelaciones en el desarrollo de nuevos proyectos convencionales empiezan a ser evidentes, mientras que el costo para desarrollar nuevos descubrimientos de petróleo aumenta a medida que los proyectos crecen en tamaño y complejidad. Este conjunto de factores podrían impulsar el precio por barril a US$90 en promedio a nivel global.
Entre los próximos tres a cinco años, el precio del petróleo deberá mantenerse dentro de este rango de precios, siempre y cuando se den ciertas condiciones. Es a partir del segundo semestre del presente año, que se vería cierto repunte del precio del petróleo.
“La fluctuación en el precio del petróleo debe ser analizada teniendo en cuenta el contexto económico y político desde una perspectiva global. De esta manera será posible entender los desbalances entre la oferta y la demanda que han originado la caída del precio del petróleo en los últimos meses y el impacto para el Perú”, resalta Beatriz De la Vega, Socia de Impuestos de EY.
Durante el primer trimestre de 2014, los países que conforman la OPEP han suministrado más crudo de lo que ha necesitado el mercado. Debido a las actuales expectativas de la demanda mundial de petróleo y el crecimiento en la producción de los países no miembros de la OPEP, se estima que la demanda de petróleo crudo proveniente de países de la OPEP se reducirá drásticamente durante la primera mitad del 2015. Considerando que la OPEP ha resuelto mantener su tope de producción actual en poco más de 30 millones de b/d y que se viene produciendo un declive en la demanda, es probable que se genere un exceso de oferta de entre 1.5 y 2 millones de b/d durante el primer semestre de 2015.
Conforme a lo antes expuesto, EY prevé para los próximos doce meses contracciones en el desarrollo de proyectos de exploración, reducción de costos y flujo de caja, poco acceso al mercado de capitales, fusiones y adquisiciones de empresas del sector hidrocarburos.