El Editor Internacional de Rumbo Minero también señaló que, según JP Morgan, el PBI global se desaceleraría por debajo del potencial del 2% en la primera mitad del 2024.
Los contratos del Brent, que es el marcador del precio del crudo, abren el año con cotizaciones que implicarían un declive en el precio por barril de promedio el 1%; de una apertura a niveles de $78 el barril a un cierre de $77 el barril, sostuvo José Gonzales, Editor Internacional de Rumbo Minero.
El economista dijo que el crudo se ve así afectado por las mismas variables económicas que afectan la percepción de la cotización de los Metales y Minerales con el agravante que la oferta de Estados Unidos, en función de la reactivación del “fracking”.
“El petróleo de esquisto, ya es superior a la de Arabia Saudita o Rusia”, comentó.
En el caso del crudo hay también un disenso entre “traders” y “stakeholders” en la medida que la Agencia Internacional de Energía y la OPEP argumentan que la demanda de petróleo crecerá entre 1.1 y 2.2 millones de barriles al día en el 2024, mejorando las cotizaciones durante el año.
El analista de Wall Street añadió que en el aspecto corporativo, con relación al petróleo, las adquisiciones del año pasado de Occidental Petroleum y Crown Rock y Exxon Mobil y Pioneer Natural Resources además de la anunciada de Chevron y Hess indican que la consolidación de productores convencionales con los de Esquisto confirmaría un periodo de estabilidad en las cotizaciones del crudo que impele la búsqueda de economías de escala.
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Crecimiento mundial
Gonzáles aseveró que de acuerdo a JP Morgan, el 2024 sera un año de convicción disminuida, ya que el PIB global se desaceleraría por debajo del potencial del 2% en la primera mitad del año y la inflación subyacente se mantendría estable en el 3%.
«Generando que los bancos centrales mantengan políticas monetarias restrictivas, con márgenes de beneficio comprimidos y condiciones financieras duras”, comentó.
Gonzales agregó que el Banco de Inversión, las tasas de interés de finales de ciclo y la inflación seguirán siendo un tema global en los mercados globales lo que seguiría afectando las expectativas frente a la cotización de metales y minerales.
Así, los contratos a futuro del oro, al cierre del 2023, establecían que el más precioso de los metales podría estar cerrando el año 2024 a niveles de US$2,126 dólares la onza a pesar de lo cual los “Gold Bugs”, los fanáticos del oro, apuestan por cotizaciones por encima de los US$ 2,200 dólares la onza.
En el caso del cobre los contratos a futuro, a fines del 2023, cotizaban a US$3.9 dólares la libra mientras que los analistas proyectan cotizaciones superiores a los US$4.5 dólares la libra para el 2024 y superiores a los US$5 dólares la libra para el 2025 en virtud de incrementos sustanciales en capacidad de fundido y refinación de cobre, particularmente en la India, que harían evidente el esperado déficit entre oferta y demanda del metal que es más o menos inevitable en función de la acordada Descarbonización de la COP 28.
En el caso del litio, los contratos a futuro en el Chicago Mercantile Exchange, abren el año con cotizaciones básicamente “planas” con relación al 2023.
En todos los casos, la perspectiva de los “traders”, los “operadores” de los mercados financieros, difiere de la de los analistas que argumentan condiciones estructurales vis-a-vis el “sentimiento”, frente a dinámicas económicas globales, que suele reflejar la perspectiva de los “operadores”.