El oro, que es una cobertura contra la inflación y un refugio en tiempos de incertidumbre política y económica, ha subido más de un 10% en el año, ayudado por las fuertes compras de los bancos centrales y la demanda de seguridad.
Reuters.- Los precios del oro alcanzaron el miércoles un nuevo récord por cuarta sesión consecutiva, ya que un cóctel de factores como las crecientes tensiones en Oriente Medio, las expectativas de recortes de tasas de interés en Estados Unidos y la inflación impulsaron el atractivo del lingote.
A las 1455 GMT, el oro al contado ganó un 0,1%, a 2.283,07 dólares por onza, tras alcanzar un máximo histórico de 2.288,09 dólares más temprano en la sesión. Los futuros del oro en Estados Unidos subieron un 0,9%, a 2.303,5 dólares.
«La probabilidad de recortes de tasas sigue ahí, pero los datos siguen siendo muy sólidos. Este es un año electoral, así que no creo que la Reserva Federal quiera ser responsable de ningún tipo de desplome del mercado», dijo Daniel Pavilonis, estratega senior de mercado de RJO Futures.
Un par de autoridades de la Fed dijeron el martes que creen que sería «razonable» rebajar las tasas tres veces este año, a pesar de que unos datos económicos recientes más sólidos han sembrado dudas sobre esa intención.
El oro, que es una cobertura contra la inflación y un refugio en tiempos de incertidumbre política y económica, ha subido más de un 10% en el año, ayudado por las fuertes compras de los bancos centrales y la demanda de seguridad.
Datos publicados el miércoles mostraron que el crecimiento de la industria de servicios en Estados Unidos se desaceleró aún más en marzo, mientras que una medida de los precios pagados por las empresas por los insumos cayó a un mínimo de cuatro años, lo que es un buen augurio para las perspectivas de inflación.
Los inversores esperan ahora las declaraciones que hará el presidente de la Fed, Jerome Powell, más tarde en el día en busca de pistas sobre cuándo aplicará el banco central su primer recorte de tasas.
En otros metales preciosos, la plata avanzó un 2,6%, a 26,83 dólares la onza, cotizando en máximos de dos años; el platino mejoró un 1,6%, a 933,55 dólares; y el paladio avanzó un 0,9%, a 1.013 dólares.