En 2024, Fitch espera que la economía se recupere un 2,6% dado el efecto base a partir de 2023, la recuperación de industrias clave y un consumo privado más fuerte en medio de una inflación y tasas más bajas.
Fitch Ratings afirmó las calificaciones de incumplimiento de emisor (IDR) de largo plazo en moneda local y extranjera de Perú en ‘BBB’. La perspectiva de la calificación es negativa.
IMPULSORES CLAVE DE CALIFICACIÓN
Calificaciones confirmadas; Perspectiva Negativa: La Perspectiva Negativa refleja un alto y continuo nivel de incertidumbre política y un deterioro de la gobernanza, que han debilitado la inversión privada y las perspectivas de crecimiento económico. Las calificaciones ‘BBB’ de Perú están respaldadas por una deuda pública moderada, una fuerte liquidez externa, un historial de estabilidad macroeconómica y un marco de políticas disciplinado.
En opinión de Fitch, el marco de políticas macroeconómicas se ha mantenido relativamente resistente a la inestabilidad política y a una crisis económica, pero continúa siendo puesto a prueba. Las limitaciones de la calificación incluyen una gobernanza, un ingreso per cápita y unos indicadores sociales más débiles que las medianas ‘BBB’; alta dependencia de las exportaciones de productos básicos; y baja base de ingresos del gobierno.
La fragilidad política impacta la gobernanza: la estabilidad política se ha visto afectada en medio de la agitación política desde 2018. Desde entonces, ha habido seis presidentes, tres congresos y más de 150 reorganizaciones de gabinete, incluidos 11 ministros de finanzas. Las incertidumbres políticas continúan y existe la posibilidad de que se renueven los disturbios sociales. Esto ya ha impulsado el deterioro de los Indicadores Mundiales de Gobernanza del Perú, que han caído 5,9 puntos porcentuales hasta el percentil 37,9, muy por debajo del 52,3 de sus pares.
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La presidenta Dina Boluarte enfrenta desafíos de gobernabilidad debido a su débil mandato y la falta de representación política en el Congreso, pero ha permanecido en el cargo gracias al apoyo de los partidos de derecha. El congreso, que es impopular, aprobó reformas para restaurar el Senado y permitir reelecciones legislativas. Fitch cree que las reformas podrían restaurar algunos controles y equilibrios en el Congreso y fortalecer a los partidos políticos. Sin embargo, la forma en que se implementen probablemente será clave para mejorar la estabilidad política con el tiempo.
Por otro lado, el Congreso también aprobó un proyecto de ley para permitir un séptimo retiro de fondos de pensiones (por hasta el 3,4% del PIB), lo que podría tener cierto impacto en los mercados financieros internos y aumentar las presiones fiscales a largo plazo. Además, no se pueden descartar medidas populistas, especialmente de cara a las elecciones de 2026.
Se prevé que la actividad se recupere: En 2023, el PIB real se contrajo un 0,6% debido a la caída de la inversión y el consumo privados en medio de disturbios sociales a gran escala, altas incertidumbres políticas y eventos climáticos extremos. En 2024, Fitch espera que la economía se recupere un 2,6% dado el efecto base a partir de 2023, la recuperación de industrias clave y un consumo privado más fuerte en medio de una inflación y tasas más bajas. Los riesgos a la baja incluyen un crecimiento global más lento (particularmente en China, aunque los precios de los metales, que representan el principal canal de transmisión hacia Perú, han sido fuertes) y una renovada inestabilidad política.
A medio plazo, Fitch prevé un crecimiento del 2%-2,5%. Podría haber beneficios si los proyectos de inversión estancados se materializan. Sin embargo, esto puede requerir una mayor distensión de la incertidumbre política, lo que tal vez no suceda antes de las elecciones generales de 2026.
El banco central ha recortado la tasa de política monetaria en 175 puntos básicos hasta el 6,0% desde septiembre de 2023, ya que la inflación ha caído rápidamente hasta el 3,0% interanual en marzo, impulsada por las caídas de los precios de los alimentos y los combustibles. Las expectativas de inflación para los próximos 12 meses se encuentran dentro del rango meta (2%+/-1%). Fitch cree que el BCRP se reducirá lentamente, pero podría complicarse por las perspectivas de una postura de política monetaria más alta por más tiempo por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos y los crecientes riesgos geopolíticos.
Es probable que mejoren las cuentas fiscales: En 2023, el déficit fiscal del sector público no financiero (SPNF) se amplió al 2,8% del PIB desde el 1,7% en 2022, por encima del objetivo de la regla fiscal del 2,4%, debido a una disminución cíclica de los ingresos tributarios, pero lo que refleja una amplia restricción del gasto. En 2024, Fitch espera que el déficit se reduzca al 2,5% del PIB debido al repunte económico y a los favorables precios del cobre, lo que compensará el aumento de los gastos corrientes.
Sin embargo, Fitch cree que el objetivo del gobierno de un déficit del 2% del PIB este año (en línea con la regla fiscal) se basa en proyecciones del PIB y expectativas de una mayor eficiencia del gasto, que Fitch considera optimistas. Existen riesgos derivados de la posibilidad de un mayor gasto social.
Deuda pública baja en comparación con sus pares: la deuda del SPNF cayó al 32,9% del PIB en 2023 desde el 33,8% en 2022. Fitch estima que volverá al 33,8% del PIB para finales de 2024. La deuda del gobierno general (SPNF menos las empresas estatales) cayó a 31,1% del PIB en 2023 desde 31,9% en 2022. Fitch lo proyecta en 32,2% en 2024, muy por debajo de la mediana ‘BBB’ del 55%.
Perú no debería tener presiones financieras a corto plazo dadas sus bajas necesidades de financiamiento y su estructura de deuda favorable. En 2024, Fitch proyecta necesidades de financiamiento en 10 mil millones de dólares (3,8% del PIB). El Tesoro está priorizando la deuda en soles para regresar lentamente a la composición de deuda en monedas previa a la pandemia. La dependencia de los mercados internos ha aumentado en los últimos dos años, pero esto podría complicarse con el retiro de los fondos de pensiones.
Los continuos problemas de gobernanza y rentabilidad en Petroperú han requerido apoyo del gobierno y plantean un riesgo continuo en el futuro. Sin embargo, la deuda de Petroperú, del 1,9% del PIB, representa un pasivo contingente relativamente pequeño para el soberano.
Se fortalecen las cuentas externas: La cuenta corriente registró un superávit del 0,6% del PIB en 2023 (frente a un déficit del 4,0% en 2022), ya que la balanza comercial mejoró debido a un aumento de las exportaciones de cobre, que compensó las caídas de los ingresos pesqueros y textiles, y una gran caída de las importaciones industriales. Las menores remesas de ganancias por parte de empresas extranjeras y los costos de envío respaldaron la mejora. Las entradas de inversión extranjera directa cayeron significativamente en comparación con la resiliencia anterior a las incertidumbres políticas en años anteriores. Fitch espera que la cuenta corriente vuelva a un déficit del 0,8% en 2024 a medida que la balanza comercial se debilite debido a una recuperación de las importaciones y las remesas de ganancias de las empresas extranjeras.
Fitch cree que la posición de liquidez externa de Perú es una fortaleza en relación con la mediana ‘BBB’. Las reservas internacionales de 71.400 millones de dólares a finales de 2023 cubren 10,3 meses de pagos externos en moneda (CXP) y respaldan un alto índice de liquidez externa del 247%, muy por encima de las respectivas medianas ‘BBB’ de 4,6 y 128%, respectivamente. La sólida posición de liquidez externa ayuda a mitigar las vulnerabilidades que surgen de la alta dependencia de las materias primas, que, con un 71,5% del CXR, es alta en comparación con el 15,9% de su par ‘BBB’.
ESG – Gobernanza: Perú tiene un Puntaje de Relevancia ESG (RS) de ‘5’ tanto para Estabilidad y Derechos Políticos como para Estado de Derecho, Calidad Institucional y Regulatoria y Control de la Corrupción. Estos puntajes reflejan el alto peso que tienen los Indicadores Mundiales de Gobernanza (WBGI) en el Modelo de Calificación Soberana propiedad de Fitch. Perú tiene una clasificación media del WBGI en el percentil 38, lo que refleja un historial reciente de transiciones políticas turbulentas, un nivel moderado de derechos de participación en el proceso político, una capacidad institucional moderada, un estado de derecho establecido y un alto nivel de corrupción.
SENSIBILIDADES DE CALIFICACIÓN
Factores que podrían, individual o colectivamente, conducir a una acción de calificación negativa/rebaja
–Macro: evidencia de que la dinámica política está socavando las perspectivas de recuperación económica y el marco de políticas;
–Estructural: Estancamiento político sostenido y/o aumento del malestar social que socavan la eficacia y la gobernabilidad del gobierno;
–Finanzas públicas: Una flexibilización material de la política fiscal o una fuerte caída del precio del cobre que conduce a un aumento de la deuda del gobierno general/PIB.
Factores que podrían, individual o colectivamente, conducir a una acción o mejora de calificación positiva
–Macro: Mayor confianza en una recuperación económica sostenida y perspectivas de crecimiento a mediano plazo;
–Finanzas públicas: Mantenimiento de políticas fiscales prudentes que mantengan la relación deuda/PIB ampliamente estable;
–Estructural: Reducción del riesgo político que afecta el desempeño y las políticas económicas.