Con relación al reinicio del proyecto cuprífero de Tía María en Arequipa, la expectativa generada tanto en el ámbito interno como externo es es importante, y es que lograr su desarrollo será de gran beneficio para el país, no solo por los réditos que forjará, sino también porque los inversionistas mirarán al Perú con otros ojos. Para ello, el Gobierno tiene en sus manos un arduo trabajo por desarrollar como el interiorizar en la población la importancia de este sector en la economía y hacer que los beneficios que esta lleguen a las poblaciones que se sienten olvidadas.
¿Cómo se ha comportado el sector minero en este primer semestre del año?
De acuerdo al Boletín Estadístico Minero que emite el Ministerio de Energía y Minas, en el mes de mayo se reportaba un incremento en los 8 mayores productos que exporta el Perú. En algunos casos eran rendimientos espectaculares, y estos resultados se dan cuando algo ha estado parado y luego puede retomarse con un valor muy grande.
En general hay un incremento y se tienen cifras positivas, algunas relativamente pequeñas y otras más significativas. Diría que, de alguna manera corresponderían a lo que sería una producción normal, continua en comparación a los baches que hubo el año pasado.
Y este segundo semestre se empezó con una noticia alentadora, al anunciarse el reinicio de las actividades en la construcción del proyecto Tía María. Sin embargo, ya se registró un paro en Islay.
¿Qué garantías debe dar el gobierno para que este proyecto no sea detenido nuevamente?
Es un tema bastante difícil porque depende del grado de oposición que se pueda registrar. Si la oposición es relativamente pequeña, aislada, si no tienen fuerzas suficientes se van a extinguir por sí solas. Y es claro que tiene que garantizarse la tranquilidad, la paz, que no haya manifestaciones violentas.
Ciertamente veo un escenario más propicio que el año 2019, por ejemplo, pero todo esto va depender de cuál sea la reacción. Hubo un anuncio de un paro para una fecha determinada y que yo sepa no se realizó o, si se hizo este fue mínimo, no lo he visto reflejado en las noticias de la prensa, pero el de hoy (18 de julio, día en que se realizó la entrevista) no sé de qué magnitud sea.
Entonces, no se puede esperar que algo que tuvo reacciones tan adversas hace apenas cinco años, hoy día puede haber cambiado totalmente. Pero sí creo que hay hechos que han cambiado significativa y positivamente.
Como ¿cuáles?
Mire, cuando estuve por primera vez en la cartera -a fines del año 2000 durante lo que fue el gobierno de transición- ni la oposición, ni la percepción respecto a la minería era fuerte. No era un tema que se tomase demasiado en cuenta, pese a que en esos momentos había una noticia muy buena que fue el inicio de Antamina, con una inversión de 2 mil millones de dólares que, para la época, era bastante.
Luego, en los años que siguieron, era vista con mayor de detención, y se empezó a atribuírsele la responsabilidad de pasivos ambientales, o que era una actividad poco limpia, que contamina, etc.
Sin embargo, a esa ola de informaciones, le ha seguido otra y es que la población ha podido percibir que la minería es una actividad que representa los ingresos económicos más significativos para el Perú, y que es la base económica más sólida que tiene el país.
Entonces, este último concepto lo ha ido captando la población y ha ido, de alguna manera, correlacionando los efectos con las causas. En los últimos años, por ejemplo, la inversión minera ha descendido, y es que las inversiones de grandes proyectos ya culminaron y lo que hoy notamos es que son relativamente menores ya que están vinculadas al mantenimiento, a pequeñas ampliaciones, etc.
Cabe indicar que la población también percibe -en general- una baja en la economía nacional, es decir, hay menos ingresos, menos trabajo, los precios crecen, etc, y que existe una correlación con la minería, pues cuando las inversiones han bajado en este sector, se siente un enfriamiento de la economía, y las oportunidades bajan para todos los ciudadanos.
Entonces, el concepto de que la minería es importante para el país y que se refleja en el trabajo de todas las personas, da un ambiente social mucho más propicio que el que se tuvo hace cinco años atrás.
Además, es un proyecto que esta gestión ha venido respaldando
La situación política también ayuda, el ministro Rómulo Mucho salió a dar directamente el respaldo al sector minero y principalmente al proyecto Tía María. Obviamente en casos así hay cuestionamientos de un lado y del otro, pero por lo menos yo creo que hay que reconocer el valor de ir adelante y de probar. Este Gobierno, en ese sentido, ha sido más firme que los anteriores, y esto de hecho que contribuye.
Lea el informe completo en nuestra edición 165 de Rumbo Minero, aquí.
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