La necesidad de asegurar una fuente constante y fiable de agua ha cobrado una importancia crítica en la industria minera debido a las regulaciones ambientales cada vez más estrictas.
El agua es un recurso fundamental para diversas actividades industriales, entre ellas la minería. Este recurso hídrico se llega a utilizar en prácticamente todas las etapas del proceso extractivo, garantizando eficiencia y sostenibilidad en las operaciones.
Por ejemplo, durante la etapa de extracción y procesamiento, el agua es indispensable en técnicas como la trituración, la molienda y la lixiviación. Estos procesos requieren de este recurso para facilitar las reacciones químicas necesarias que permiten la separación y concentración de los minerales.
El transporte de minerales, desde el sitio minero hasta las plantas de procesamiento o los puertos, también puede requerir el uso de agua. En ciertos casos, se emplea para asegurar que el material se mueva de manera eficiente, evitando atascos y garantizando un flujo constante de materiales.
El control del polvo es otra área crítica donde el agua juega un papel importante. La actividad minera genera partículas en suspensión que pueden ser perjudiciales tanto para la salud humana como para el medioambiente. Por ello, el uso del agua para suprimir el polvo es una práctica
común en las operaciones, ya que mitiga estos impactos negativos y garantiza un entorno de trabajo más seguro para los empleados.
Además, en las operaciones mineras, la refrigeración de equipos y maquinarias, así como la generación de energía en centrales térmicas, depende en gran medida del agua. Este es esencial para enfriar los equipos, evitando el sobrecalentamiento y asegurando su funcionamiento eficiente. Sin una gestión adecuada, estos procesos críticos podrían verse comprometidos, lo que afectaría la productividad.
Es importante mencionar que el agua no solo es esencial para los procesos operativos, sino también para el uso diario de los trabajadores. Por ello, el sector minero ha adoptado tecnologías avanzadas que facilitan el tratamiento y la reutilización de este valioso recurso.
TECNOLOGÍAS AVANZADAS
La reutilización del agua es vital para disminuir la presión sobre las fuentes de agua dulce y reducir el impacto ambiental de las operaciones mineras. Al implementar sistemas de recirculación y tecnologías avanzadas de tratamiento, se puede recuperar el agua usada en el proceso y volver a utilizarla en lugar de desecharla. Esto no solo conserva el recurso hídrico, sino que también minimiza la generación de residuos y la contaminación.
El tratamiento de agua en minería suele comenzar con la filtración, que puede incluir sistemas de filtración de arena para eliminar sedimentos y partículas grandes, y filtración de carbón activado.
Lea el informe completo en nuestra edición 166 de Rumbo Minero, aquí.