Se denunció que esta actividad ha crecido peligrosamente en los márgenes de la cordillera del Cóndor.
La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) denunció que la frontera entre Perú y Ecuador, específicamente en la región donde se desarrolló el conflicto del Cenepa, se ha convertido en un foco de minería ilegal de oro, debido al debilitamiento de las instituciones públicas que deberían velar por el bien de la población y la salvaguarda del territorio nacional.
Durante la presentación del informe “Posicionamiento político del Grupo sobre Pueblos Indígenas de la CNDDHH frente a la situación de los pueblos indígenas u originarios en el Perú”, se denunció que esta actividad ha crecido peligrosamente en los márgenes de la cordillera del Cóndor.
Los mineros provenientes de Ecuador han avanzado hasta diez kilómetros dentro del territorio peruano, estableciendo campamentos y desarrollando actividades mineras.
“Es una pérdida de nuestra soberanía. Hemos peleado una guerra con el Ecuador, pero esta parte del territorio ya no está bajo control del Perú, y los que enfrentan esta situación son los pueblos indígenas, que lo hacen en condición asimétrica frente a gente armada”, relató Ana Leyva, co-coordinadora del Grupo de Trabajo de Pueblos Indígenas de la CNDDHH.
La ruta de los mineros ecuatorianos en el Cenepa
El área afectada es parte del territorio awajún, en la provincia de Condorcanqui, y el acceso a estas zonas es complicado debido a la geografía y la presencia de grupos armados. Solo se llega navegando por el río Cenepa y luego caminando, lo que dificulta la intervención de las autoridades.
Los líderes comunitarios han expresado ante la CNDDHH su desesperación ante el avance de la maquinaria pesada, que avanzan cada vez con más ferocidad y que amenazan con desalojarlos.
La región donde se desarrolla esta actividad minera ilegal coincide con la ruta utilizada por las tropas durante el Conflicto del Cenepa, a solo unos kilómetros de donde ocurrieron los enfrentamientos. Esta coincidencia histórica subraya la gravedad de la situación actual, donde la minería ilegal y la falta de control estatal amenazan con repetir los errores del pasado.
“Por la Guerra del Cenepa, han quedado carreteras junto a la frontera que hoy son utilizadas por los mineros ilegales de oro del Ecuador. Eso hay que señalarlo porque, por el lado ecuatoriano, no van a parar. La zona de ocupación ha crecido, por lo menos, diez veces en cuatro años”, dijo una fuente a Infobae.