Señaló que el mensaje dado por le ministro de Energía y Minas, Jorge Montero, sobre los inicios de construcción del proyecto Tía María, para el segundo semestre de este año, es importante.
El ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Carlos Gálvez, manifestó que Argentina se ha vuelto un competidor muy importante para la atracción de inversiones mineras en la región.
En declaraciones exclusivas para la web de la Revista Rumbo Minero, el reconocido empresario sostuvo que esto debe a que el actual mandatario argentino Javier Milei, está haciendo todo lo posible para tener un acercamiento y apertura hacia las compañías mineras para que puedan desarrollar operaciones en su país.
Perú tiene que hacer mucho más
Gálvez señaló que el mensaje dado por le ministro de Energía y Minas (MINEM), Jorge Montero, sobre los inicios de construcción del proyecto Tía María, para el segundo semestre de este año, es importante, aunque precisó que se tiene que observar qué pasos dan desde el gobierno para simplificar los permisos, autorizaciones y de qué manera hay una generación de confianza ante un escenario prelectoral. “Se tiene que dar consistencia porque el sector minero es uno que mira a largo plazo y no solo uno o dos años”, subrayó.
Se mostró optimista que la presencia de los ministros de Economía y Finanzas, y de Energía y Minas, en el PDAC 2025, realizado en Canadá, de una esperanza de acercamiento a los CEO´S de las principales compañías mineras a nivel mundial que tienen intereses en el Perú. “Ojalá puedan lograr convencerlos”, refirió.
Poco crecimiento
El ex presidente de la SNMPE coincidió con el titular del MINEM, al señalar que no se muestra un crecimiento importante con inversiones anuales de US$ 5 mil millones. Recordó que entre los años 2013 y 2014, la inversión en esta actividad extractiva fue de ocho y nueve mil millones de dólares lo que impulsó la producción de cobre y tenerlos en los niveles que actualmente están.
Culpó al gobierno del ex presidente del Perú, Martín Vizcarra, por haber frenado el avance del proyecto Tía María y del proyecto minero Conga, argumentado que hubo negociaciones “por debajo de la mesa” con algunos presidentes regionales para que estos proyectos no salgan adelante.