La reciente implementación de un nuevo paquete arancelario, por parte del gobierno de Estados Unidos, está marcando un punto de inflexión en el comercio global.
Recientemente, entró en vigor un arancel general del 10% para la mayoría de productos importados, afectando a decenas de países, incluidos socios comerciales clave de América Latina como México y Brasil.
“Aunque Perú no ha sido incluido en la lista de países con aranceles adicionales, sus exportaciones ya enfrentan esta nueva tasa general de 10%, lo que obliga a una revisión estratégica de sus cadenas de valor y acceso a mercados”, comentó al respecto Carlos Sandoval, socio director de UHY Blancas Sandoval y Asociados.
En ese sentido, la política comercial estadounidense ocurre en medio de una creciente tensión geopolítica entre EE.UU. y China, que está empujando a muchas empresas a reubicar o diversificar sus suministros fuera del eje Asia-Pacífico. En este contexto, Perú emerge como una alternativa competitiva para atraer inversiones en manufactura, ensamblaje y tecnología.
“El Gobierno peruano ha intensificado sus esfuerzos para atraer empresas extranjeras que deseen instalar plantas de producción en el país. Un ejemplo de esto es la reciente invitación a la automotriz china BYD para establecer una planta de ensamblaje en Perú, aprovechando el megapuerto de Chancay, que se posiciona como el nuevo hub logístico del Pacífico Sur”, detalla Sandoval.
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Aumento de pedidos importantes para EEUU
Por otro lado, Carlos Sandoval indicó que diversos productores de arándanos y palta, en el norte del país, ya están recibiendo pedidos importantes de importadores de EE.UU. “Lo mismo ocurrirá en diferentes rubros como el de minerales y otros productos agroindustriales”, mencionó.
Cabe señalar que el Perú está en la búsqueda de una inversión de 24,000 millones de dólares para financiar nuevas represas a nivel nacional. Este ambicioso proyecto permitiría ampliar la frontera agrícola hasta un millón de hectáreas, posicionando al país como un líder mundial en la producción de alimentos, con potencial para abastecer los mercados más exigentes del mundo.
“En este nuevo entorno, las empresas peruanas deben adaptarse rápidamente, identificar oportunidades en la reconfiguración del comercio internacional y establecer alianzas estratégicas que les permitan seguir siendo competitivas a nivel global”, indicó Carlos Sandoval.