ECOLOGÍA. WWF-Perú gestiona proyecto de conservación del oso de anteojos a partir de junio.
Rumbo Minero celebra los excelentes resultados que obtuvo la votación online que se realizó en el marco de «La Hora del Planeta», una iniciativa promovida por WWF Internacional, la cual tuvo entre sus principales objetivos prestar atención sobre las especies y los ecosistemas más necesitados.
A través de una votación online en la que participaron nueve países de Latinoamérica, el oso andino –también llamado “oso de anteojos”- recibió la mayor cantidad de votos entre las especies propuestas por WWF-Perú, y fue elegido como la especie en estado vulnerable que más atención requiere.
El Tremarctos ornatus es la única especie de oso en Sudamérica. Vive en Venezuela, Colombia, los andes ecuatorianos, la vertiente oriental de los andes en Bolivia, y en tres cordilleras andinas del Perú. Ocupa una gran variedad de hábitat desde el desierto y matorrales a los bosques y pastizales de altura, desde los 250 a 4,750 m.s.n.m, y viaja entre los diferentes tipos de hábitat, siguiendo los patrones estacionales de los recursos alimentarios.
El oso andino se encuentra en estado vulnerable. Su principal amenaza es la pérdida y la fragmentación de su hábitat, además de la caza furtiva. En el Perú, 200 osos andinos son cazados cada año. Según el informe publicado en el 2008 por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN, “es probable que las poblaciones del oso andino disminuyan en más del 30% en un periodo de treinta años”. De acuerdo con el inventario mundial, la pérdida del hábitat de esta especie está en el rango del 2% al 4% por año. Incluso en áreas protegidas, los osos son vulnerables a sufrir la destrucción de su hábitat y a ser víctimas de la caza furtiva: “El desarrollo de carreteras y el avance de la agricultura son particularmente dañinos porque disminuyen y fragmentan su hábitat. La creciente minería y extracción de petróleo son amenazas adicionales para esta especie”, advierte la publicación.
“El oso andino es un mamífero muy carismático, inteligente y hábil”, asegura Heinz Plenge, fotógrafo de la naturaleza y principal impulsor de la Reserva Ecológica de Chaparrí, en Lambayeque, que alberga la población más densa de osos andinos de Sudamérica, con cuarenta individuos registrados en 10 km. «Además de haberse adaptado a más hábitats que cualquier otra especie de oso, ha evolucionado hasta volverse principalmente vegetariano, por lo que no representa ningún peligro para las poblaciones humanas que viven cerca. Es un animal muy especial», asegura Plenge. En su experiencia de quince años en Chaparrí, los esfuerzos dedicados a conservar el hábitat del oso y a explicar a la población campesina la importancia de una convivencia armónica con esta especie, es lo que ha logrado que los números de osos en Lambayeque se recuperen.
Es debido a esto que WWF-Perú está gestionando la primera etapa de un proyecto de conservación que se implementará a partir de junio de este año. Esta primera fase se llevará a cabo en la zona de amortiguamiento del Santuario Nacional de Tabaconas Namballe, en Cajamarca, que fue creado justamente para proteger, entre otras especies, al oso andino.
Por un lado, se evaluará las preferencias de hábitat del oso de anteojos en el santuario a través de un estudio de cámaras trampa; por otro lado, se realizará un análisis de percepciones de las oportunidades y problemáticas de vivir cerca a los osos, y se diseñarán propuestas de solución de posibles conflictos entre la especie y la población local, que la Jefatura del Santuario Nacional de Tabaconas Namballe pueda poner en acción.
Los resultados de este proyecto se entregarán al SERNANP y al SERFOR, y posteriormente, servirán para diseñar una segunda etapa, una propuesta concreta de conservación del jaguar en el Perú.