Los geosintéticos permiten mejorar las propiedades del suelo, ya que poseen propiedades mecánicas e hidráulicas, útiles para ciertos tipos de suelos que se encuentran en el desarrollo de la unidad minera. Debido a esto, mejoran y hacen posible la ejecución de proyectos de ingeniería civil y geotécnica, aun en las condiciones más difíciles.
El diseño de las aplicaciones con geosintéticos se centra en la impermeabilización de sustratos e instalaciones. Dentro del sector minero, su aplicación es amplia en procesos de lixiviados, drenaje de ácidos efluentes, reforzamiento de taludes, control de erosión y demás actividades mineras.
Los impermeabilizantes se fabrican de material sintético, y en el mercado peruano los más utilizados con tecnología de punta son Geomembranas (HDPE, LLDPE y PVC), Geotextiles No Tejidos, GCL, Geodrenes, Geomallas y Geocompuestos; como también puede ser una combinación de estos elementos cuando resulte pertinente y técnicamente eficiente.
Asimismo, el control de instalación de los geosintéticos se desarrollan con una alta tecnología en la verificación de procesos de soldadura, unión y sellado de materiales.
Debido a sus propiedades, los geosintéticos reducen los costos en la construcción; funcionan como barrera contra la erosión de suelos; sirven como manto drenante en reemplazo de estratos de material granular; son inertes frente a la mayoría de agentes químicos; refuerzan el suelo mejorando sus cargas últimas; permiten la construcción de taludes de gran inclinación, inclusive de muros verticales de gran altura; entre otras ventajas.
La aplicación de esta tecnología contribuye directamente con la preservación del medio ambiente en diversos procesos de la operación de una mina, al evitar la contaminación de las aguas subterráneas, así como la utilización indiscriminada de materiales no renovables.
Mercado peruano
En los últimos años, la comercialización de geosintéticos ha crecido exponencialmente en el sector minero nacional. En el 2015, su consumo superó el 1 millón de metros cuadros (m2).
Y es que una de las principales razones por las que la aplicación de los geosintéticos sigue creciendo, se deben a que comparados con otros materiales, como arcilla o grava, son de menor costo, simples de instalar y garantizan un bajo impacto al medio ambiente.
La tendencia de los últimos años en geosintéticos se basa en que son más económicos, más eficaces, más durables, más específicos y tienen mayor sostenibilidad. Por ejemplo, dentro de estos parámetros ya se comercializan polímeros biodegradables, bioplásticos (provenientes de fuentes biológicas), entre otras innovaciones del tipo renovables.
A continuación, se presenta a las principales empresas que comercializan este producto en el sector minero.
Vea la revista completa AQUÍ