HIDROCARBUROS. Oleoducto Norperuano debe operar pero con tarifas promocionales.
Para el Presidente del Consejo Directivo de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos, (SPH), Ronald Egúsquiza, la situación del Oleoducto Norperuano es sumamente grave; y va más allá de una reparación que debe acelerarse, pues además del tiempo que va a tomar ello, lo que está en juego es toda la actividad de exploración – producción de petróleo en las Regiones de Loreto, Ucayali y otras del Centro del país, lo que significará, que si no se logra esto, habrá una disminución importante de los presupuestos de dichas Regiones.
Frente a ello, el directivo sostuvo que el tener un oleoducto disponible para transportar la producción en la zona abre las puertas para el desarrollo de la exploración, para el descubrimiento de reservas de hidrocarburos que repongan las que se consumen en los Lotes en actual producción, siempre y cuando la tarifa de transporte sea competitiva y no sea un obstáculo para la producción.
“Lo que ha sucedido en los últimos años es que esta infraestructura no se ha modernizado; además de los problemas de mantenimiento; el oleoducto ha seguido un esquema de operación que no optimiza el uso de recursos y de tecnología. Una moderna infraestructura de esta naturaleza requiere válvulas con sensores a lo largo del tramo que pueda recibir señales de su operación y que accione controles para cerrar tramos y bombeos de manera automática. La cantidad de recursos humanos requeridos para esta operación es menor y muy tecnificada”, analizó Ronald Egúsquiza.
De acuerdo a la SPH, las últimas fallas del Oleoducto han hecho que la operación del Oleoducto no sea sólo una restricción económica, que ya se vivía, sino que se ha evidenciado lo crítico de la situación con una restricción física ante su falta de operatividad. La gran “autopista” del petróleo crudo quedó interrumpida hasta nuevo aviso.
Es innegable que reparar y poner en operación el Oleoducto Norperuano es una necesidad inmediata, por diversas razones, por ejemplo se ha cortado la “carretera” del transporte del petróleo crudo que se produce desde los Lotes Nos. 8, 192, 67, y futura producción 64. De estos Lotes, el 67 fue disminuyendo su producción desde antes de las fallas del Oleoducto, ya que el año 2015 había promediado los 1,500 barriles por día, cuando estuvo produciendo aproximadamente 7,000 barriles por día. Otro caso es el Lote 192, que estuvo produciendo un promedio de 13,000 barriles por día el año 2014, culminó el contrato por el ex Lote 1 AB, y al no haberse adjudicado por falta de postores, Perupetro suscribió un contrato de servicios por 2 años; este Lote a diciembre 2015, estuvo produciendo 9,500 barriles por día; y a la fecha no puede producir por que el Oleoducto Norperuano está fuera de servicio.
En todos estos casos, la producción de cada Lote se encuentra en niveles no económicos y su continuidad (caso Lote 8), el inicio de su producción (caso Lote 64) o el reinicio de sus actividades (casos Lotes 192 y 67), depende de cómo se redefina el cálculo de la tarifa del oleoducto.
Tarifas de transporte
En los últimos años la tarifa de transporte del oleoducto se ha venido incrementando, por diversos factores, por ejemplo el uso de una tasa de rentabilidad de 12%, que para negocios de infraestructura es realmente exagerado. De otro lado, el incluir los montos de inversión y la depreciación en la fórmula de cálculo; así como la disminución de la producción, hace que la tarifa pueda llegar a niveles de 10 a 14 US$/bbl lo que hace insostenible, a su vez, la producción de los campos actuales.
Para el cálculo de la tarifa de Oleoducto Norperuano, según la regulación actual, una rentabilidad de 12% anual para este tipo de activos es un factor que encarece innecesariamente la tarifa de transporte y que hace no competitiva la producción de petróleo en la Selva Norte y Centro del país. Otro factor que encarece la tarifa es considerar toda la inversión del año en el cálculo de la tarifa; cuando la inversión efectuada podría ser distribuida en 10 años por el tipo de infraestructura. Y en adición a la inversión anual, la fórmula de cálculo incluye la depreciación del año, es decir se contabiliza la inversión y también se contabiliza la depreciación. Todos estos aspectos hacen que el factor “tarifa de transporte” hagan no competitiva la producción petróleo en el país. El costo de transporte es muy alto, considerando que la producción de hidrocarburos en Selva de por sí tiene ya elevados costos por la ubicación de las zonas en las que se hallan los Lotes (difícil acceso, entre otros).
Pero el problema no sólo se presenta para las actividades que se efectúan en los actuales Lotes para ver si continúan, inician o reinician producción; más grave es que la falta de definición de una tarifa de Oleoducto que sea promocional, hace que los lotes en exploración no tengan certidumbre para la ejecución de inversiones. Esta incertidumbre se puede reflejar en que las devoluciones de Lotes exploratorios alrededor del Oleoducto se acentúen en los próximos meses. Es decir, que en los Contratos de Licencia en fase de exploración, lo que más se necesita es reponer el consumo de reservas, y evitar que estas disminuyan más y más. Existen 8 Contratos de Licencia alrededor del Oleoducto que de manera directa dependen de la operación y de la tarifa del Oleoducto, el riesgo de perder esos Contratos se acentúa por la falta de una tarifa del Oleoducto promocional.
Adicionalmente esto trae consigo que toda futura licitación de Lotes en Selva Norte y Central, además de la necesidad de medidas promocionales, esté condenada a fracasar por el factor “tarifa de transporte no competitivo”.
”La reparación del Oleoducto es perentoria, pero la definición de un esquema competitivo para tarifa de Oleoducto es primordial para el desarrollo de la producción actual y futura de petróleo crudo en la Selva Norte y Central del Perú. Dentro de estas definiciones, el considerar una tarifa de transporte nominal mínima para los próximos 10 años, sería la forma de promocionar la producción de petróleo crudo, y superar este periodo de crisis, y de permitir promocionar la exploración por petróleo crudo en el país”, acotó.
El Oleoducto Norperuano tiene una longitud de 854 km, fue construido entre 1974 y 1976. Se divide en dos tramos, el primero de 306 km y 24 pulgadas de diámetro, desde la Estación N° 1 hasta la Estación N° 5. El segundo tramo, de 36 pulgadas, va desde la Estación N° 5 hasta llegar al puerto Bayovar, cruzando zonas de selva, cordillera y desierto.
El primer embarque se efectuó con petróleo crudo del Lote 8, recibido en la Estación N°1, San José de Saramuro, fue transportado desde la Estación N° 1, hasta Bayovar y de allí hacia la Refinería La Pampilla el año 1977. El año 1978, PETROPERU construyó el ramal norte, de 252 km, de 16 pulgadas de diámetro; y va desde la Estación Andoas hasta la Estación N°5, que es punto de confluencia con el ducto que viene de la Estación N° 1, llamado Tramo I.