MÁS QUE REDUCCIÓN DE COSTOS
Es cada vez más común escuchar hoy que no puede haber minería moderna sin logística. Y con toda razón. Porque hace unas pocas décadas atrás el uso y aplicación de la logística era importante para el desempeño de la actividad minera. Pero hoy, que la industria está sometida a cada vez más exigentes estándares globales de productividad, eficiencia, seguridad, sostenibilidad y cuidado del medio ambiente, la logística se ha convertido en instrumento imprescindible para su desarrollo. Y la logística aplicada a los servicios de transporte y gestión de carga, es acaso la que más ha evolucionado en ese proceso. Conozca a continuación las empresas más representativas de este rubro en el mercado minero peruano.
La logística siempre ha cumplido una función determinante dentro del sector minero, al punto que se considera que sin ella no se movería como industria. Y es que dada su naturaleza de actividad de alto riesgo y que demanda altos niveles de seguridad, la función de los operadores logísticos en el sector –que implica desplazamientos multimodales de equipos, soportes y miles de personas que participan en ese proceso–, es fundamental.
Porque, por lo demás, a diferencia de dos décadas atrás su aplicación y uso ya no solo comprende los procesos de compras o contratos, sino los de gestión integral de administración, producción y operaciones, entre los que se encuentran los de transporte y gestión de carga, entre muchos otros.
Y este rol, según los expertos, es más que fundamental y dominante en la actual coyuntura del sector, la que impone a las empresas mineras la presión de reducir sus costos para adaptarse a los nuevos parámetros del mercado. En ese sentido, la logística hace posible dar el primer paso en pos de ese objetivo: reducir los costos de los suministros.
Al respecto, en el rubro del transporte, tema en el que centra este informe, podemos afirmar que actualmente las principales necesidades de las compañías mineras respecto a los servicios logísticos están enfocados en la disposición de maquinaria pesada que realice el movimiento de tierra desde la planta y transporte el concentrado de mineral hacia un sitio de acopio para que, finalmente, trasladarlo al puerto y proceder con la exportación, punto final de la cadena logística.
Así, los operadores logísticos vienen especializándose en el transporte de concentrado mediante el uso de tolvas mineras. No obstante, esta demanda se está adecuando a la legislación vigente en el Callao, donde existen restricciones para operar con tolvas herméticas. A estas exigencias se suman las de seguridad y medio ambiente.
Los operadores logísticos no solo han captado claramente estas demandas del sector, sino que han creado productos y servicios integrales, unificando diversas necesidades. Entre ellos está, por ejemplo, la posibilidad de contratar empresas subcontratistas y personal de la zona donde se encuentra la unidad minera para ejecutar los proyectos.
Además, se han aprovisionado de personal especializado, equipos e infraestructura que les permite disponer no solo de una flota de maquinaria pesada, sino de la suficiente capacidad de almacenamiento, garantías de seguridad y el know how para resolver cualquier imprevisto. Y todo ello tiene un mismo propósito: reducción de costos y relaciones a largo plazo.
NUEVO MODELO
Desde los años 90, la logística de distribución y abastecimiento de la minería experimentó una transformación que abrió paso a una elaborada cadena de suministro flexible. Así, la construcción de un modelo de gestión eficiente –que permita un adecuado control de la cadena de abastecimiento de cada insumo, producto y equipo utilizado– ha sido y es un requisito fundamental, además de ser un factor crítico en las operaciones mineras.
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