¡TODO OK!
Las tareas de mantenimiento de maquinarias y equipos han ido adquiriendo una importancia cada vez mayor en la actividad minera. Y es que los adelantos tecnológicos que se han introducido en esas máquinas y equipos han generado, en paralelo y como consecuencia, la necesidad de contar con servicios cada vez más especializados para mantenerlos, lo cual a impulsado la creación de un rubro de empresas dedicadas a brindar servicios de soportes de esos activos para y garantizar su continuidad operativa mediante el uso de diversos métodos y sistemas. Conozcamos aquí a algunas de ellas.
La continuidad de producción es vital para toda operación minera, por lo que uno de las tareas clave que todo titular minero debe tener entre su lista de prioridades es el mantenimiento de sus maquinarias y equipos.
En esa línea, conocer todos los puntos débiles que pueden afectar a la operación minera debe de ser uno de los mayores objetivos de los responsables de estos procesos, ya que solo así podrá garantizar la mayor disponibilidad de sus equipos y, por tanto, asegurar la continuidad productiva y, al final del proceso, los niveles previstos de rentabilidad.
Porque si bien es cierto que con el avance de las tecnologías se conoce en gran medida y se puede visualizar aquellos aspectos que generan o podrían generar pérdidas para este sector, no es posible del todo conseguir un adecuado estándar de calidad de los procedimientos y componentes que intervienen en las labores mineras.
Por ello, la actividad minera contempla una serie de elementos que deben funcionar continuamente para mantener el ciclo productivo y lograr con sus objetivos. Dentro de estos, se encuentra la maquinaria que debe estar siempre en óptimas condiciones.
Como consecuencia, el mantenimiento de equipos se ha convertido en la actualidad en una especie de servicio permanente, incorporado a las labores cotidianas de las operaciones de la empresa y cuya gestión corre paralela a la actividad productiva en sí misma, por lo que, como tal, requiere de la máxima atención para mejorar los procesos productivos.
Todo esto, sin embargo, forma parte de un concepto vigente que ha llegado a ser tal solo con el transcurrir del tiempo y con los cambios que se han registrado en el ámbito de las operaciones mineras y en los modelos de pensamiento de las personas dedicadas a la actividad minera.
Y es que debido a la constante evolución y generación de nuevas herramientas tecnológicas, se ha comprobado que contar con maquinarias y equipos en óptimas condiciones no solo mejora sus niveles de eficiencia y productividad sino, por consiguiente, sus resultados económicos.
Igualmente, se ha constatado que realizar de manera correcta los controles ya programados para la revisión de los equipos, genera un impacto positivo en la reducción de los costos de las operaciones ya que se evitan paradas imprevistas o mantenimientos no programados.
En suma, está demostrado que las empresas más eficientes son aquellas que tienen un correcto sistema de mantenimiento. Y por lo mismo, las empresas dedicadas a proveerlo deben generar, como lo vienen haciendo en la actualidad, sistemas y productos que se adapten a los requerimientos de cada compañía y las características de los equipos a mantener para lograr los objetivos requeridos por las empresas mineras, como es alcanzar altos niveles de confiabilidad y productividad.
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