MINERÍA. Bear Creek continúa a la caza de inversiones mineras para Corani. El financiamiento es el objetivo principal. El vicepresidente de Desarrollo Corporativo de Bear Creek Mining, André Franco Longhi, sostuvo que la compañía mantiene el interés de captar las inversiones privadas para cristalizar el proyecto argentífero Corani.
Según el ejecutivo, el nicho empresarial de potenciales inversionistas se concentra en Canadá y Estados Unidos aunque, por el momento, no exista una oferta concreta debido a la falta de exactitud en las fechas para la construcción del objetivo polimetálico asentado en la región Puno.
Asimismo, acotó que, cuando culminen las obras de infraestructura, Corani tendrá una capacidad de molienda de 22,500 toneladas diarias. El proyecto posee reservas de 228 mlls Oz de plata, 2.800 mlls Lb de plomo y 1.800 mlls Lb de zinc. La producción alcanzaría un tope de 8 millones de onzas de plata anual.
Noviembre será clave
Hace poco, el funcionario aseveró que la construcción de Corani requerirá entre 500 a 700 millones de dólares y 2 mil trabajadores. No obstante, mencionó que actualmente la minera no contempla una fecha específica para el inicio de obras y explotación de concentrados, por lo que se darán números más exactos en noviembre próximo.
Actualmente, Bear Creek gestiona la obtención de licencias y permisos para luego posibilitar el desembolso de capitales en la ejecución de la infraestructura del proyecto, cuyo valor se estima en US$ 625 millones y una duración útil de 18 años en producción.
«En estos meses se está trabajando en los estudios de ingeniería de detalle del proyecto, el cual comprende la colocación de instalaciones, como la ubicación de una chancadora, la instalación de una molienda o el uso de agua. Estamos viendo detalles precisos de cómo va a operar la planta minera», enfatizó André Franco al diario Gestión.
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(JPC)