El proceso de conminución dentro de toda operación minera resulta ser una etapa clave en las operaciones. Y es que, tanto en el proceso de chancado como en el de molienda, se concentra la mayor parte de la energía invertida en la operación para lograr la reducción de tamaño del material. Revisemos, a continuación, a los equipos y tecnologías que intervienen para que esta etapa minera sea lo más eficiente posible y a las empresas que los proveen.
Referirnos a la etapa de chancado es hablar sobre un equipo eléctrico, donde intervienen elementos que trituran la roca mediante movimientos vibratorios; es decir, que rompe y reduce el volumen del objeto en una serie de partículas más pequeñas o compactas, con la finalidad de obtener un material más fino.
Cabe contar que, los chancadores son alimentados por la parte superior y descargan el mineral chancado por su parte inferior a través de una abertura graduada de acuerdo al diámetro requerido. Todo el manejo del mineral en la planta se realiza mediante correas transportadoras, desde la alimentación proveniente de la mina hasta la entrega del mineral chancado a la etapa siguiente.
Por su parte, el proceso de molienda significa una reducción mayor de las partículas a través del uso de grandes equipos giratorios o molinos de forma cilíndrica, en dos formas diferentes: molienda convencional y molienda SAG – donde se usan las bolas de molienda, las cuales encontramos en diversos tamaños y aleaciones.
En esta etapa, al material mineralizado se le agrega agua, en cantidades suficientes para formar un fluido lechoso, y los reactivos necesarios para realizar el siguiente proceso.
A estos procesos de reducción de tamaño se les denomina conminución. Así, dicho proceso tiene como finalidad liberar y concentrar las partículas del mineral que se encuentran en forma de sulfuros en las rocas mineralizadas, de manera que se pueda dar paso a la siguiente etapa de flotación, que es la separación de los minerales sulfurados.
Granulometría variada
El mineral proveniente de la mina presenta diversos tamaños, desde partículas de menos de 1 milímetro (mm) hasta fragmentos mayores a 1 metro de diámetro, por lo que el objetivo del chancado es reducir el tamaño de los fragmentos mayores hasta obtener un tamaño uniforme máximo de ½ pulgada (1.27 centímetros).
Para lograr dicho tamaño se usa la combinación de tres equipos en línea que reducen los fragmentos en etapas: etapa primaria, etapa secundaria y terciaria.
En la etapa primaria, el chancador primario reduce el tamaño máximo de los fragmentos a ocho pulgadas de diámetro; en la etapa secundaria, el tamaño del material se reduce a tres pulgadas; y, en la etapa terciaria, el material mineralizado logra llegar finalmente a ½ pulgada.
Mediante la molienda, se continúa reduciendo el tamaño de las partículas que componen el mineral, para obtener una granulometría máxima de 180 micrones (0.18 mm), la que permite finalmente la liberación de la mayor parte de los minerales de cobre en forma de partículas individuales.
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