INFORME. EPP en minería: El escudo para el operador. Velar por la seguridad de los operarios mineros es responsabilidad logística de la empresa; así como de llevar un adecuado programa de concientización y correcto uso de los implementos protectores. En ese sentido, existe un amplio horizonte de oferta técnica en el mercado conformado por trajes, guantes y calzado fabricados para responder a las exigencias de la minería.
Así, por ejemplo, el trabajador requerirá de indumentaria de alta calidad para proteger su pecho, espalda, brazos, y
piernas. Entre los factores a considerar destacan el tipo de tela (con el que está fabricado); el peso para aligerar el movimiento del operario; los riesgos que podrían ocurrir (químicos, mecánicos, químicos, eléctricos).
Asimismo, las manos son la herramienta laboral más importante en la minería y, a la vez, son las que presentan mayores probabilidades de sufrir daños; un mínimo descuido puede exponerlas a cortes profundos, aplastamiento, quemaduras o amputación, entre otras secuelas de carácter irreparable.
Por ello, la empresa minera debe monitorear los riesgos acontecidos en toda su historia para dar prioridad al tipo de
guantes que se requiere y surtir el inventario, para así reponer inmediatamente los elementos desgastados, por el tiempo o que ya cumplieron su utilidad.
En el caso de los pies, no solo están en contacto con pequeñas y grandes máquinas, sino también con superficies ásperas, húmedas, con objetos puntiagudos, con cableado eléctrico, expuesto a caídas de objetos, entre otros riesgos.
Así, los calzados especiales deberán cumplir requisitos para dichos peligros; y sus características técnicas estarán
avaladas por el suministrador o marca de calidad correspondiente.
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