El gigante minero anglosuizo Glencore anunció el cese de actividades en la mina de cobalto de Mutanda, en el sureste de la República Democrática del Congo, a causa de los bajos precios de esta materia prima, que había experimentado cierto auge en los últimos años por su uso en las industrias de alta tecnología.
Las operaciones en Mutanda se reducirán a labores de mantenimiento de la instalación a partir de finales de año “como reflejo de su decreciente viabilidad económica en el actual contexto del mercado, con bajos precios del cobalto”, destacó la firma en su informe financiero semestral.
Mutanda produce hasta ahora la quinta parte mundial del cobalto, una materia prima por la que en la última década se había generado enorme interés debido a su uso en las baterías de automóviles eléctricos, móviles y otros productos de alta demanda, de manera similar a lo ocurrido también con el litio.
Sin embargo, Glencore culpa a este y otros de sus negocios en África de sus decepcionantes resultados en lo que va de año -hoy presentó unos beneficios netos diez veces menores a los conseguidos en el primer semestre de 2018- por lo que ha optado por el cierre de Mutanda, que por ahora se mantendrá durante dos años.
Los precios del cobalto cayeron un 40% este año, reduciendo el interés en un sector sobre el que además el Gobierno congoleño aumentó los impuestos en 2018, instaurando tasas a la extracción de entre el 2% y el 10%.
Analistas citados por la televisión suiza RTS opinan que la caída de precios es fruto de que el durante años prometedor sector del automóvil eléctrico no haya acabado de explotar, pese a que muchos gobiernos han lanzado iniciativas para promover el uso de estos vehículos frente a los tradicionales de gasolina y diésel.