Los productores de cobre que operan en Chile y Perú están capeando las consecuencias del coronavirus en términos generales, pero, en el futuro, mucho depende de varios factores.
Entre ellos está la duración de la cuarentena, medida que ya se aplica en ambos países, y, para Chile en particular, se suma una posible acción sindical.
La producción ha disminuido en los dos principales productores cupríferos debido a medidas gubernamentales y unilaterales de control de contagio, como la suspensión de actividades en las minas.
«Son los primeros días. Si es un problema de 4, 6 u 8 semanas es manejable ”, dijo el director ejecutivo de calificaciones corporativas de Fitch para Latinoamérica, Joe Bormann.
En cuanto a Perú, Bormann dijo que la interrupción hasta la fecha había sido «manejable», mientras que en Chile depende mucho de la posible acción sindical.
«Lo interesante de Chile es que quizás los sindicatos están en una posición más sólida en relación con las empresas que en Perú», dijo el experto durante una transmisión por internet. «Entonces, si hay una propagación más rápida del coronavirus en Chile hasta cierto punto, los sindicatos continuarían presionando mucho a los tribunales y al gobierno para que tomen medidas que limiten la actividad».
Citando temores por el coronavirus, el sindicato de la mina Chuquicamata en Chile pidió un alto total de las operaciones, convirtiéndose en el único sindicato minero en solicitarlo abiertamente hasta la fecha.
Minas chilenas han reportado casos aislados de contagiados y el ministro de Minería, Baldo Prokurica, ha instado a las empresas a evitar el traslado de trabajadores entre regiones.
Chile y Perú son responsables de alrededor del 35-40% de la producción mundial.
Ambos países cerraron sus fronteras e introdujeron cuarentenas en marzo. En Chile se aplica a ciertos sectores de la capital, Santiago, y a otras ciudades, mientras que en Perú se implementó la medida a nivel nacional. Las autoridades peruanas extendieron recientemente el aislamiento social al 12 de abril.
La menor demanda de cobre y los precios más bajos han perjudicado considerablemente a las dos naciones andinas. Estos países, junto con Brasil y Paraguay, son los más expuestos de Sudamérica a China.
Bormann dijo que la agencia estará monitoreando lo que China hace para estimular su economía a medida que sale de la crisis del coronavirus.
«Una de las variables clave que vamos a analizar es el estímulo de China», señaló Bormann. Una gran interrogante es si el incentivo se centrará en el consumidor o en la industria, siendo esta última una mejor noticia para los productores de commodities.
Bloomberg ha informado que las señales de China apuntan a que el gobierno está preparando un paquete de estímulo acelerado.
El gigante asiático se ve afectado por una menor demanda de sus productos manufacturados, al hundirse el consumo en Europa y Estados Unidos mientras los consumidores se retraen.
Liquidez
En la conferencia por internet se informó que el riesgo de liquidez era una preocupación central con respecto a las empresas latinoamericanas en una región de bajo desempeño.
“Las empresas de América Latina están en una posición única respecto de otras a nivel global porque el crecimiento regional ha sido extremadamente lento durante los últimos cuatro a cinco años; por lo tanto, no queda mucho por recortar”, dijo Bormann. «La mayoría de ellas han reducido drásticamente el gasto de capital y han bajado sus dividendos».
«En general, la liquidez es relativamente fuerte, pero va a ser sometida a dificultades en los próximos 30 a 60 días», agregó.
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(BQO)