Luego de 10 años de crecimiento sostenido, la demanda interna del Perú cerraría el año en rojo con una caída de 4,3%, lo que representaría un retroceso de seis puntos porcentuales en relación con el crecimiento de 2,3% registrado en el 2019, proyectó el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
La caída obedecerá a la abrupta paralización de la actividad económica a raíz de la emergencia sanitaria y aislamiento social dispuestos por el gobierno para enfrentar la pandemia del coronavirus.
Cabe precisar que la demanda interna se compone del consumo y la inversión, tanto público como la del sector privado. En esa línea, el IEDEP estimó que el consumo privado (que representa el 65% del Producto Bruto Interno del país) registraría un decrecimiento de más de cinco puntos porcentuales, al pasar de una tasa de 3% en el 2019 a -2,7% para este año, lo que conllevaría a una contracción después de 20 años.
En tanto, para la inversión privada se espera un fuerte retroceso de 14,5% en el 2020, su cuarta caída en la presente década y luego de haber registrado avances de 4% y 4,2% en los años 2019 y 2018, respectivamente.
PBI y sectores productivos en rojo
Con una drástica caída de la demanda interna, el IEDEP de la CCL estimó que la producción nacional reportaría una variación negativa de 3,7%, lo que implica una recesión después de 21 años y la contracción en todos los sectores productivos, principalmente en pesca, manufactura y construcción.
El sector Manufactura tendría una tasa negativa de 6,9% para el presente año, pues desde el inicio del estado de emergencia, 18 ramas de las 31 que comprenden este sector se han paralizado sus actividades de manera parcial. Entre ellas relacionadas a la fabricación de textiles, prendas de vestir, cuero y calzado, madera, papel, productos químicos, caucho, productos metálicos, maquinaria y equipo, etc.
Así también, la Pesca tendría para este año una contratación de 17,4% debido a la suspensión de la segunda temporada de pesca en la zona norte- centro y a los retrasos en la pesca exploratoria que permiten fijar las cuotas pesqueras de las zonas sur y norte-centro.
Por su parte, el sector Construcción decrecería en 5,5% en el 2020 luego de tres años de crecimiento oscilante, pero positivo. Este rubro viene sufriendo la paralización total de sus actividades durante 40 días, lo que le costaría casi el 10% de su PBI anual. A ello se suma la contracción de la inversión privada (-14,5%) y las expectativas empresariales hoy ubicadas en la zona pesimista, según el Banco Central de Reserva del Perú. Además, en los últimos años se registra un bajo nivel de ejecución de obras públicas por parte de las entidades en distintos niveles de gobierno.
En tanto, el sector Agropecuario reportaría una caída de 3,7% ante la menor de demanda mundial de productos agroexportables (café, espárrago, arándano, uva y palta, entre otros), aunada a una debilidad estructural del sector que es el bajo crecimiento de la frontera agrícola. También se explicaría por la caída del consumo privado con menores ingresos y/o empleo, así como por las limitaciones en algunos canales de venta como restaurantes (pollerías, por ejemplo).
De igual manera, el PBI minero caería en 2,8% ante la menor demanda de cobre y zinc por parte de China que se verá afectado por una fuerte recesión económica de apenas un crecimiento de 2,3%.
Por otra parte, la contracción del consumo privado (-2,7%) afectará el desempeño del sector Comercio, el cual tendría una caída de 2,1%, púes durante la cuarentena solo se comercializaron bienes esenciales como productos alimenticios y farmacéuticos en horarios acotados.
En cuanto a Servicios, se estima un decrecimiento de 2,3%, después de 18 años de expansión sostenida. Se proyecta que durante los 40 días de estado de emergencia se paralizarían 10 de las 16 actividades que tiene el sector. Entre ellos figuran el subsector Transportes, Alojamiento y Restaurantes, Inmobiliario, Agencias de viaje y operadores turísticos, entre otros.