Considerando que una de las principales armas para combatir al Covid-19 es la permanente limpieza y desinfección, diversas empresas mineras en nuestro país vienen implementando una serie de medidas sanitarias con el propósito de apoyar a las poblaciones de su entorno en esta difícil coyuntura.
Así venimos observando importantes campañas de fumigación de empresas mineras como Las Bambas, Southern Peru o Antapaccay en innumerables calles y avenidas de las regiones donde operan, que han sido muy bien recibidas por la ciudadanía.
Antapaccay, por ejemplo, inició recientemente un riguroso programa de desinfección que comprenderá 67 locales públicos y comunales de todos los distritos de la provincia de Espinar, en Cusco, con una inversión directa de más de 160 mil soles, en una primera etapa.
Dichos esfuerzos tienen el objetivo, no solo de sensibilizar a la población en la importancia de los hábitos de limpieza para combatir cualquier enfermedad -en este caso el Coronavirus-, sino también mostrar el respaldo que brinda nuestra minería como parte de sus políticas de responsabilidad social.
De otro lado, esta semana los precios del cobre, nuestro principal commodity, tocaron su nivel más alto de seis semanas ante las expectativas del repunte de la demanda de China, la creciente flexibilización de las cuarentenas y una gradual reapertura de las principales economías globales.
Estas señales de recuperación, de alguna forma se alinean con las proyecciones de Goldman Sachs sobre el mercado de materias primas, el cual habría entrado en una fase de inflexión tras la agitación sufrida a causa del coronavirus. Este podría tardar entre un mes o mes y medio para volver a equilibrarse.
Sin embargo, dicha entidad también apunta que los precios de los metales, los cuales vienen avanzando, corren el riesgo de una nueva baja. Ello nos dice que más allá de las proyecciones expuestas, aún nos manejamos bajo un escenario de incertidumbre en el corto plazo, lo cual es propio en etapas de crisis.
Y es precisamente bajo este contexto, es que se espera el reinicio progresivo de nuestra industria minera, cuyo rol será fundamental para impulsar la economía de nuestro país este año. Para ello venimos coordinando permanentemente con el gobierno en cómo afinar los detalles de este retorno.
Desde el gremio minero hemos elaborado un protocolo sanitario que será la guía de nuestras empresas y deberá ser cumplido con la rigidez que amerita. Ello con el claro objetivo de garantizar el cuidado y la salud de nuestros trabajadores y, por supuesto, de las comunidades vinculadas a nuestras operaciones.
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(BQO)