A raíz de la pandemia y las restricciones del aislamiento social, la economía local de las comunidades aledañas a los proyectos mineros también se ha visto perjudicada. Recientemente, en el corredor minero, la crisis económica produjo que la comunidad de Espinar demande a la minera Antapaccay un bono de S/1.000 por familia del fondo del Convenio Marco, que finalmente se entregará mediante tarjetas para víveres.
Hasta el momento, el resto de las operaciones que se encuentran del corredor, como Las Bambas o Constancia, aún no han tenido problemas similares. Sin embargo, las áreas de gestión social de las empresas vienen evaluando las alternativas que tienen para mantener buenas relaciones con sus zonas de influencia y apoyar a las comunidades en su reactivación económica.
Es así que entre los meses mayo y agosto, la minera Hudbay desembolsó poco más de US$1 millón en insumos biomédicos, implementos de bioseguridad y alimentos, que se repartieron a las comunidades de su área de influencia directa e indirecta, a través de las autoridades municipales y locales, los comandos Covid-19, la Diresa del Cusco, la Red de Salud de Chumbivilcas y la comunidad policial.
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