En un contexto extremadamente exigente por la crisis mundial provocada por la Covid-19, Sacyr incrementó su EBITDA entre enero y septiembre en 7,2%, hasta alcanzar los 527 millones de euros.
Este aumento refleja la solidez del modelo de negocio de la multinacional, que tiene su foco en las actividades concesionales con bajo riesgo a la demanda. Gracias a él, la compañía no ha tenido un impacto significativo por la pandemia durante el tercer trimestre del año. El 78% del EBITDA procede de los negocios concesionales de sus tres grandes áreas de negocios: Concesiones, Ingeniería e Infraestructuras y Servicios.
La compañía ha implementado medidas preventivas frente a la Covid-19 en todos sus centros de trabajo y ha contribuido a paliar los efectos de la pandemia entre los colectivos vulnerables en España, Colombia, México, Perú y Chile. Además, dentro de su actividad de construcción y gestión hospitalaria, ha llevado a cabo actuaciones para ampliar la capacidad de sus hospitales y crear nuevas instalaciones preparadas para hacer frente a la pandemia.
En este difícil contexto económico, la cifra de negocios creció el 5,6% entre enero y septiembre, hasta los 3.203 millones.
Laudo de Panamá
El beneficio neto atribuible del grupo fue de 47 millones de euros, el 61% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior, pese a haber tenido que realizar una provisión de 85 millones de euros para cubrir la cantidad que debe devolver a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) tras el reciente laudo de la Cámara Internacional de Comercio (ICC).El laudo sí otorga a GUPC 25 millones de dólares en concepto de gastos adicionales de laboratorio y por la existencia de fallas no detectadas en el terreno.
La sólida situación financiera de Sacyr le permite atender con su propia caja el resultado de este laudo sin comprometer proyectos actuales ni su plan de crecimiento.
Esta reclamación supone solamente el 8,8% del total de las interpuestas por GUPC, el consorcio constructor, y sus socios. Sacyr y GUPC seguirán defendiendo en ICC sus argumentos en relación con las reclamaciones justas que está haciendo a ACP. Además, avanza en UNCITRAL el arbitraje de inversión contra el Estado de Panamá ya que Sacyr considera que ha sido perjudicado al realizar con éxito un proyecto con un perfecto desempeño estructural, funcional y medioambiental.
Mejora de la rentabilidad
Sacyr mejoró la rentabilidad de los negocios en los nueve primeros meses de año respecto del mismo periodo del ejercicio anterior y el margen de EBITDA se situó en el 16,5%.
La bajada del precio de la acción de Repsol no ha tenido impacto en la caja del Grupo durante el tercer trimestre de 2020, ya que Sacyr tiene completamente cubierta su posición mediante derivados financieros.
La compañía, utilizando un criterio de prudencia, ha ajustado el valor en libros de su participada hasta los 6,72 euros por acción. Con las últimas optimizaciones en las estructuras de derivados, Sacyr podrá beneficiarse de la revalorización de la acción a partir de 8,5 euros acción para más de 25 millones de acciones.
Evolución de las actividades
En los nueve primeros meses del año, Sacyr Concesiones aumentó su EBITDA el 12%, Ingeniería e Infraestructuras, el 11%, y Servicios lo redujo el 23% tras la reorganización estratégica de la compañía, que traspasó los negocios de agua a Sacyr Concesiones.
Sacyr ha simplificado su estructura corporativa con la integración de sus dos áreas de EPC, Sacyr Ingeniería e Infraestructuras y Sacyr Industrial. Esta operación facilita las sinergias del grupo y una mejor integración para los clientes.
La cartera de ingresos futuros cerró el mes de septiembre en 38.671 millones de euros, un 10% menos que en el tercer trimestre de 2019 por las desinversiones realizadas durante 2020 y por la ralentización de las licitaciones a nivel mundial por la Covid-19.
Evolución de la deuda
La deuda neta del grupo se situó en 4.788 millones de euros a cierre de septiembre, frente a los 4.315 millones a finales de 2019. El aumento se debe a la actividad inversora de la compañía en nuevos proyectos concesionales. La deuda con recurso se situó en 870 millones de euros.
La compañía continuó con su estrategia de rotación de activos maduros con la desinversión del 95% de la Autovía del Guadalmedina.
El Consejo de Administración de Sacyr aprobó en su última reunión el reparto de un scrip dividend de una acción por cada 54 títulos, que se suma al abonado en febrero de un título nuevo por cada 46 acciones. Como medida de prudencia en el entorno macroeconómico en el que estamos, el consejo ha decidido repartir la mitad del dividendo complementario estimado a principios del ejercicio. La rentabilidad del dividendo de la compañía se sitúa por encima del 4%.
Las previsiones de tesorería del grupo para 2020 muestran disponibilidad de liquidez sin tensiones, dado que una gran parte de la financiación tiene vencimientos en el largo plazo. Junto a la tesorería del grupo, Sacyr cuenta con 300 millones de euros de líneas de crédito disponibles.
La compañía firmó en julio de este año un contrato de derivados sobre diez millones de acciones propias de Sacyr. Cinco millones con precio de ejercicio inicial de 1,80 €/acc. y vencimiento medio a un año. Y otros cinco millones con precio de ejercicio inicial de 1,80 €/acción y vencimiento medio a dos años. Con esta operación, la compañía demuestra su confianza total en el valor y su evolución futura.
Evolución por áreas de negocio
Concesiones.- Sacyr Concesiones obtuvo una cifra de negocios de 850 millones de euros (+21%). La que la mayoría de los activos están libres del riesgo de demanda y su remuneración se basa fundamentalmente en criterios de disponibilidad.
De la cifra de negocios, 494 millones de euros correspondieron a ingresos concesionales, que aumentaron el 34% por el crecimiento operativo de los activos. Los ingresos de construcción suben el 7% y alcanzan los 356 millones.
El EBITDA alcanzó los 263 millones de euros, un 12% más.
La cartera de ingresos futuros, que se sitúa en 29.685 millones de euros, no incluye aún la adjudicación de la Autopista A3 Nápoles-Salerno (Italia). Tampoco la reciente adjudicación del contrato de gestión energética de la Universidad de Idaho (EEUU) durante 50 años, la primera concesión de Sacyr en este país.
Durante 2020, Sacyr Concesiones ha puesto en servicio varios activos: la carretera Pirámides-Tulancingo-Pachuca (México); el segundo tramo de la autopista Pedemontana-Veneta (Italia); el Hospital de Tláhuac (México), que entrará en servicio en los próximos meses; así como varios tramos de autopistas 4G en Colombia y de Rutas del Este en Paraguay.
n– La cifra de negocios de esta división alcanzó los 1.905 millones de euros, el 9% más que entre enero y septiembre de 2019.
El EBITDA creció el 11%, hasta 209 millones de euros, y el margen de EBITDA mejoró hasta el 11%, frente al 10,8% del mismo periodo del ejercicio pasado.
Los resultados recogen la integración de Sacyr Industrial en Sacyr Ingeniería e Infraestructuras. Esta simplificación de la estructura conllevará unas mayores sinergias.
La cartera de esta división alcanzó los 6.196 millones de euros, lo que representa 29 meses de actividad. Alrededor del 50% corresponde a trabajos para Sacyr Concesiones.
Con posterioridad al cierre, se ha cerrado la venta de las actividades de construcción en África, con lo que se reduce el riesgo en esa actividad en países no considerados estratégicos para seguir concentrando los esfuerzos en países home market y en el foco concesional.
Servicios.– La cifra de negocios de esta división se contrajo el 12%, hasta los 745 millones de euros, debido al traspaso de la división de agua a Sacyr Concesiones. El EBITDA alcanzó los 65 millones de euros (-23%) y el margen de EBITDA se queda en el 8,8%.
La cartera de Servicios se situó a cierre del semestre en 2.790 millones de euros, con la incorporación de más de 190 nuevos contratos. La compañía cuenta con presencia en cinco mercados estratégicos.