La economía mundial se está recuperando de la crisis del coronavirus pero hay señales de que está perdiendo impulso en algunos países por el resurgimiento de las tasas de infecciones, dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un informe elaborado para el G-20.
El reporte, publicado antes de las reuniones virtuales de esta semana entre ministros de Finanzas y líderes de las economías del G-20, destacó la naturaleza dispar de la recuperación global y advirtió que la crisis posiblemente dejará estragos profundos y una mayor desigualdad.
En una publicación separada, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, puso de relieve lo que calificó como “progresos significativos” en el desarrollo de las vacunas para frenar el virus, que ha causado la muerte de más de un millón de personas en el mundo y derivó en la pérdida de decenas de millones de empleos.
Aun así, advirtió que el rumbo de la economía sigue estando propenso a “dificultades y contratiempos”.
El FMI mejoró en octubre sus previsiones sobre la contracción mundial a 4.4% para este año, con la expectativa de que la actividad global se expanda 5.2% en el 2021, aunque dijo que el panorama en muchos mercados emergentes había empeorado.
Georgieva dijo que los datos recibidos desde entonces reafirmaron el ritmo de recuperación, ya que Estados Unidos y otras economías avanzadas han reportado una actividad mejor a la esperada en el tercer trimestre.
Pero indicó también que los datos más recientes sobre las industrias de servicios -que se basan en contactos más estrechos entre las personas- apuntaban a una desaceleración en las economías donde la pandemia está rebrotando.
Si bien los gastos fiscales y políticas de relajamiento monetario por casi US$ 12 billones evitaron resultados aún peores, la pobreza y la inequidad están aumentando y es necesario proveer más respaldo financiero, dijo el FMI.
Los rebrotes y las restricciones a la movilidad de las personas, junto con las demoras en el desarrollo y la distribución de vacunas, podrían reducir el ritmo de crecimiento, elevar la deuda pública de los gobiernos y deteriorar las perspectivas económicas.
Georgieva instó a los países del G-20 a actuar rápido y de manera unificada para entregar un flujo constante de apoyo financiero y garantizar que estén disponibles suficientes vacunas en el mundo, advirtiendo que ninguna recuperación podrá sostenerse a menos que la pandemia sea eliminada en todos los países.