Cuatro proyectos mineros iniciarán operaciones el año próximo en Zacatecas, entidad donde actualmente están asentadas 17 grandes compañías del ramo, tanto de México como de otros países.
Según el portal La Jornada, de los nuevos enclaves mineros, tres son propiedad de trasnacionales canadienses: Camino Rojo, de Orla Mining; Distrito Pinos, de Candelaria Mining, y San Nicolás de Teck Resources Limited; además de la mexicana Juanicipio, de Grupo Peñoles.
Impulsada por el repunte de los precios internacionales de los metales preciosos, la extracción de oro y plata crece a pesar de la crisis económica global y los graves problemas de gestión por los que atraviesan empresas y gobiernos debido a la pandemia de COVID-19.
De los cuatro proyectos destaca por sus dimensiones e impacto el de Camino Rojo, ubicado a 50 kilómetros al sur de otro enclave minero de enormes dimensiones: Peñasquito, propiedad de la estadunidense Newmont.
Así, se detalló que Camino Rojo es quizá la compañía minera extranjera en México que cuenta con los derechos para realizar exploraciones y explotar oro y plata a tajo abierto en la mayor superficie en una misma localidad: 206,000 hectáreas.
Ello, amparada en siete concesiones federales otorgadas en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), que abarcan el territorio de cinco ejidos zacatecanos enclavados en el desierto semiárido de Mazapil.
Dos sucesos recientes han afianzado las operaciones de la canadiense Orla Mining en Zacatecas: el pasado 11 de agosto el gobierno federal, por conducto de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, autorizó el manifiesto de impacto ambiental (MIA) que presentó la minera en 2019 (SGPA/ DGIRA/DG/03478), fundamental para el arranque de operaciones.
El 22 de diciembre Orla Mining anunció que comenzó a cotizar acciones ordinarias, en el mercado abierto de la bolsa de valores de Nueva York (NYSE), Estados Unidos, manteniendo además su cotización en la Bolsa de Valores de Toronto (TSX).
Horas antes, para incrementar su valor accionario, Orla Mining dio a conocer el 21 de diciembre que cerró un acuerdo de desalojo con la compañía Fresnillo PLC, filial de Grupo Peñoles, del empresario Alberto Baillères, que es propietaria de otra concesión minera ubicada al norte de Camino Rojo. Con ese convenio, la canadiense expandirá aún más su polígono de operaciones.
Aunque se advirtió que el cierre del contrato está sujeto a la aprobación de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece)”, se informó que, “según los términos del acuerdo de desplazamiento, Orla entregará a Fresnillo una contraprestación total en efectivo de US$ 62.8 millones en pagos escalonados”, de los cuales el primer depósito, de US$ 25 millones, se hará efectivo “al recibir la aprobación de Cofece”.
De acuerdo con información de la propia compañía canadiense, así como de la Cámara Minera de México y la Secretaría de Economía de Zacatecas, el proyecto Camino Rojo, con sus siete concesiones “que cubren unas 206,000 hectáreas, (tiene) acuerdos ejidales vigentes, fuertes relaciones comunitarias, concesiones de agua y suministro suficiente para operaciones probadas”.
De acuerdo con la trasnacional, el proyecto de Camino Rojo cuenta con “reservas minerales probadas y probables”, de un millón de onzas de oro y 20 millones de onzas de plata, pero adicionalmente, con base en los estudios de exploración y cálculos geológicos, se estima que el yacimiento cuenta con otras 9.5 millones de onzas de oro y 100 millones de plata.