Autor: Jovan Pastor, Presidente de la Sociedad Peruana de Gas Licuado (SPGL)
Quisiera comenzar poniendo sobre la mesa un concepto del cual se habla mucho. Me refiero al cambio de matriz energética. Se trata de la tendencia mundial a implementar energía eléctrica y combustibles renovables (energía eólica, energía solar, energía hidroeléctrica) por sobre los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), con el objetivo de propiciar la tan ansiada descarbonización del planeta.
Como vemos, a primera vista puede resultar una consigna muy atractiva. Sin embargo, aún no se ha podido convertir en una tendencia mundial. Para comprobarlo, solo hace falta ver la curva de producción de barriles de petróleo, la cual no para de subir desde que inició la “post pandemia”.
Algunos podrían argumentar que los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tienen períodos de reducción de su producción diaria y esto irá incrementando cada vez más. Sin embargo, estas acciones en la práctica no están generando un impacto significativo, principalmente por Estados Unidos, quien no para de incrementar su producción local e incluso importa grandes cantidades de petróleo desde Venezuela.
Otro punto para analizar, que no permite que la tendencia sostenible pueda materializarse a gran escala, es el costo de invertir en energías renovables, el cual sigue siendo alto versus combustibles tradicionales. Incluso, los sistemas que usan energía de fuentes renovables no se libran de utilizar combustibles tradicionales, ya que cuentan con generadores de respaldo que son activados cuando el sol, el viento o las mareas no producen la energía suficiente para abastecer su demanda.
Además que la implementación de regulación global, que promueve el uso de mejor tecnología de filtros para mitigar los gases generados en la combustión de motores, que exige la mejora de procesos en las refinerías para la producción de derivados de petróleo con menores partes de carbón por millón, hace que la tendencia al proceso de carbonización y uso de combustibles fósiles en el mundo se ralentice, tiene para varias décadas más.
Ni los carros eléctricos se salvan, los cuales requieren el uso de baterías de litio para funcionar. Un accesorio que viene siendo muy cuestionado por su bajo nivel de degradabilidad y alto nivel de toxicidad una vez que se desecha. Y eso termina siendo no ecológico.
El Perú termina siendo parte de las dinámicas globales, hoy excedentarios en el fósil gas natural y deficitarios en otros combustibles fósiles y que requieren ser importados, además de recursos de generación hídrica y termo que hoy nos hacen competitivos, pero con el crecimiento el futuro se ve con dudas, con una oferta de renovables creciente pero aún pequeña en la matriz energética nacional.
Y allí volvemos con el petróleo y su derivado diesel que es el producto que ocupa la mayor parte de la matriz energética peruana, con la existencia de la renovada refinería de Talara, donde la inversión multimillonaria en la modernización, permitiría procesar 95 mil barriles por día, actualmente el Perú no produce ni 41 mil barriles diarios, además que las otras tres refinerías, encontramos en La Pampilla la única relevante, al producir 117,000 barriles de los 150,000 que se producen diariamente.
¿A qué nos lleva esta baja productividad? Pues a condenarnos a ser importadores de petróleo. Si sumamos a ello una legislación antigua y una oficina de gestión sobre los lotes petroleros, poco diligente que no suma en el propósito de reactivar la industria petrolera, nos enfrentamos a un panorama poco auspicioso para sectores de vital importancia en el desarrollo del país, cuando el mundo parece que no va como el cangrejo y seguirá produciendo petróleo.
Por todas estas consideraciones, deberíamos contemplar una estrategia nacional que además de hablar del uso del gas natural, del cual somos productores netos y exportamos mayoritariamente, impulse una matriz energética complementaria, con un mayor desarrollo del sector hidrocarburos en general, que nos permita participar de esta ola que está marcando el mundo.