Argentina es el cuarto productor mundial de litio y conforma el «triángulo del litio» de Sudamérica junto a Chile y Bolivia.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, firmaron el martes en Buenos Aires, un Memorándum de Entendimiento (MdE) para impulsar la cooperación en materias primas sostenibles, en un esfuerzo por aumentar los vínculos en materia de energías limpias.
El acuerdo tiene por objeto impulsar la cooperación en infraestructuras respetuosas con el clima, así como nuevas investigaciones sobre materias primas, entre ellas el litio, un metal ultraligero para baterías de vehículos eléctricos que los gobiernos de todo el mundo desean asegurarse el suministro.
«El litio es muy importante porque es crucial para las tecnologías de energías limpias», declaró la Presidenta de la COMISIÓN Europea, Ursula von der Leyen, en una conferencia de prensa en Buenos Aires, citando una demanda de litio en Europa que se calcula se habrá multiplicado por 12 para 2030.
Argentina es el cuarto productor mundial de litio y ha atraído una oleada de inversiones. El país, junto con Chile y Bolivia, se encuentra en el llamado «triángulo del litio» de Sudamérica, que alberga la mayor reserva mundial del metal.
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Von der Leyen añadió que Argentina también tiene un gran potencial para las energías renovables, como la solar y la eólica, así como para el hidrógeno verde, un sector en crecimiento.
El Memorándum de Entendimiento se produce en un momento en que la Unión Europea (UE) y el bloque sudamericano Mercosur se esfuerzan por cerrar un acuerdo comercial, que algunos dirigentes esperan pueda concluirse a finales de año.
«Mi objetivo es hacer todo lo posible para que el acuerdo Mercosur-UE se celebre lo antes posible», declaró von der Leyen. «Creo que la mayor parte del trabajo ya está hecho», señaló Von der Leyen.
El presidente argentino, Alberto Fernández, dijo que había algunos flecos que limar en el acuerdo, citando cuestiones como que Europa busca proteger su sector agrícola y las estrictas cláusulas medioambientales que podrían afectar a los productores sudamericanos.
«Pedimos un acuerdo equilibrado, en el que todos ganemos», dijo. «Esas son las cosas de las que tenemos que hablar».