Asimismo, para diciembre de este año la cobertura eléctrica llegará al 94,6% de los hogares del país.
Desde noviembre de 2020 hasta septiembre de 2021, Bolivia implementó diversos proyectos de generación eléctrica mediante fuentes alternativas (ciclos combinados, energía solar y biomasa) que permitieron agregar un total de 578 megavatios (MW) de potencia al Sistema Interconectado Nacional (SIN).
“Hemos reactivado proyectos que fueron paralizados durante el golpe de Estado y gracias a ello es que hemos inyectado esta potencia en el sector eléctrico, potencia que se asemeja a la demanda total promedio del departamento de Santa Cruz y es con energías alternativas”, indicó el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina.
Parte de estos proyectos -comentó- son los ciclos combinados en las termoeléctricas Entre Ríos, Cochabamba, que aporta 135 MW; Warnes, Santa Cruz, que genera 120 MW; y la del Sur, que agrega 250 MW al SIN.
“Estas plantas emplean simultáneamente turbinas que operan a gas y otras que utilizan vapor para generar electricidad, incrementando la eficiencia del proceso”, destacó.
Desde el sector azucarero privado, se pusieron en marcha las unidades generadoras de electricidad Aguaí (4 MW) y Unagro (18,7 MW) por biomasa, un proceso que consiste en la quema del bagazo de la caña, para que el vapor generado haga funcionar una turbina que produce electricidad.
Adicionalmente, la segunda fase de la Planta Solar Fotovoltaica de Oruro fue inaugurada en febrero de este año, aportando 50 MW de potencia.
Asimismo, el ministro indicó que para diciembre de este año la cobertura eléctrica llegará al 94,6% de los hogares del país. “Están las obras, estamos trabajando y esto demuestra reactivación, no sólo de los proyectos, sino de la economía de las familias bolivianas porque también generamos empleos”, resaltó.