BluestOne ha acordado iniciar la construcción de una planta cerca de la mina en un plazo de dos años.
Vale ha firmado un acuerdo comercial y no vinculante con BluestOne, una empresa brasileña que transforma residuos en productos para la agricultura, para extraer materiales de su mina de níquel Onça Puma.
Como parte del acuerdo, Vale se ha comprometido a suministrar hasta 50.000 toneladas anuales de residuos de refinería procedente de Onça Puma durante los próximos 10 años.
BluestOne ha acordado iniciar la construcción de una planta cerca de la mina en un plazo de dos años. La instalación procesará productos de residuos en una solución para mejorar los fertilizantes minerales eficientes en carbono con amplio uso en el sector agrícola.
Vale dijo que la contratación de BluestOne le permitirá avanzar en sus ambiciones de minería circular, en particular entre sus operaciones de metales básicos.
Expectativas del acuerdo
El gigante minero con sede en Río de Janeiro dijo que el acuerdo podría impulsar potencialmente la producción de níquel reciclado recuperado de productos de desecho de BluestOne en todo el mundo.
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«La valorización de residuos y la minería circular son palancas clave en nuestra estrategia de sostenibilidad y hoja de ruta tecnológica», dijo Deshnee Naidoo, CEO de Vale Base Metals, en el comunicado.
«Este MOU y la escalabilidad de la tecnología de BluestOne apoyan nuestra ambición de capturar valor de lo que históricamente han sido flujos de residuos al tiempo que reduce nuestra huella ambiental heredada como parte de un enfoque más amplio de la minería circular», añadió.
El aumento de la demanda de metales y minerales necesarios para lograr una reducción de las emisiones mundiales, junto con los bajos precios de las materias primas, están llevando a los inversores y a las empresas mineras a recortar el gasto en nuevos proyectos.
Según los informes, esta tendencia y el hecho de que los proyectos mineros a gran escala puedan tardar hasta 20 años en entrar en funcionamiento, provocarán una gran escasez de elementos clave para la transición energética mundial.
La inversión anual de capital en metales para la transición energética fue de 45.000 millones de dólares de media en las dos últimas décadas, frente a los 70.000 millones necesarios cada año hasta 2030 para ampliar el suministro, según un estudio publicado por la Comisión de Transiciones Energéticas (ETC).
Si los inversores consiguen acelerar los avances tecnológicos, la eficiencia y el reciclado de materiales energéticos limpios, el organismo prevé que la necesidad acumulada de nuevos suministros procedentes de las minas acabe reduciéndose entre un 20% y un 60%.