Gaspetro tiene participaciones accionarias en 18 distribuidoras de gas por tubería que operan en varios estados brasileños. Mitsui Group controla el otro 49%.
BNamericas.- La autoridad brasileña antimonopolio, CADE, aprobó el martes sin restricciones la adquisición de la participación de 51% de Petrobras en el holding de distribución Gaspetro por parte del grupo local Compass.
Sin embargo, se prevé que en las próximas dos semanas los actores del segmento de gas natural que se oponen a la transacción de 2.000 millones de reales (US$ 400 millones) presenten varias apelaciones por temor a posibles daños a la libre competencia.
“Dada la complejidad de la operación, no sería de extrañar que el caso fuera analizado por los consejeros del CADE. Mientras no concluya este período procedimental, hay mucho que puede cambiar, a pesar de la manifestación del área técnica de CADE”, dijo a BNamericas el presidente ejecutivo de Gas Energy, Rivaldo Moreira Neto.
Gaspetro tiene participaciones accionarias en 18 distribuidoras de gas por tubería que operan en varios estados brasileños. Mitsui Group controla el otro 49%.
Por su parte, Compass es una empresa del grupo Cosan con operaciones en comercialización de energía eléctrica y distribución de gas natural a través de Comgás. Las demás filiales de Cosan operan en los segmentos de energía, combustibles, lubricantes y logística.
La operación es resultado de las obligaciones asumidas en julio de 2019 por la petrolera estatal Petrobras a instrucción de CADE para implementar una serie de medidas que estimulen la competencia en el mercado de gas natural, hasta entonces dominado por la primera.
Petrobras se comprometió a desprenderse de su participación indirecta en las empresas distribuidoras a través de la venta de acciones de Gaspetro o desinversiones en participaciones de Gaspetro en las distribuidoras.
Mayor análisis
En su análisis, el CADE concluyó que la posible integración vertical resultante de la participación de Gaspetro en empresas de distribución no sería suficiente para considerar la situación como potencialmente dañina y la salida de Petrobras del segmento de distribución del sector representa una mejora del entorno competitivo.
“En resumen, se entiende que el escenario posterior a la fusión es mejor para el entorno competitivo que el escenario previo, dado que, si bien transfiere a Gaspetro a un solo agente económico, la desinversión elimina la participación del agente incumbente (Petrobras), que también es monopolista en las actividades upstream de la cadena, en particular en la producción”, concluyó la entidad.
Entre los grupos que se han manifestado contrarios a la adquisición de Gaspetro por parte de Compass se encuentran la asociación local de la industria del vidrio Abividro, la asociación de consumidores libres Abrace, la asociación de transportadoras ATGás y las empresas de exploración y producción agrupadas en Abep.
El año pasado, las tres primeras publicaron una carta abierta para apoyar la decisión del regulador federal de hidrocarburos, ANP, de calificar el gasoducto Subida da Serra como ducto de transporte, cuya construcción y operación está en la mira de Comgás.
En el 2009, el regulador de servicios públicos de São Paulo, Arsesp, autorizó el proyecto como un ducto de distribución, lo que haría responsable a la firma del grupo Cosan.
Con la compra de Gaspetro, Comgás se convertiría en el único accionista controlador (100%) de Gasbrasiliano, otra importante distribuidora del estado de São Paulo, lo que podría afectar la competencia en el mayor mercado de gas natural de Brasil.
En las otras 17 distribuidoras, la sociedad tendría participaciones que oscilarían entre 19,5% y 49% del capital con derecho a voto y entre 24,5% y 83% del capital social.
La preocupación por una consolidación vertical se agudizó luego de que Compass adquiriera la distribuidora Sulgás, del estado de Rio Grande do Sul.
Sin embargo, Compass anunció el miércoles que había llegado a un acuerdo con una empresa no identificada para vender la participación minoritaria de Gaspetro en siete distribuidoras de gas.
“Esta operación puede ayudar a que el caso en el CADE se cierre, a pesar del anuncio de venta de las participaciones minoritarias, que por lo tanto no cambiaría el resultado del control de las empresas participadas”, según Moreira Neto.
Otros puntos
En un comunicado, Abrace señaló que la decisión de CADE sobre la venta de Gaspetro permite la creación de un nuevo agente con una posición de mercado dominante en el segmento de distribución y que también tendrá una posición en la comercialización del gas natural.
“Esta decisión puede conducir a la sustitución del antiguo monopolio nacional por un modelo con enorme poder de mercado vertical y horizontal dentro del sector”, advierte la asociación.
Rogério Manso, presidente ejecutivo de ATGás, dijo a BNamericas que existen preocupaciones legítimas que, sin duda, se llevarán a consideración del tribunal [los consejeros] del CADE.
“Nuestra preocupación es que la arquitectura del nuevo mercado del gas esté basada en principios consolidados de mercados abiertos, en los que se requiere desconcentración y desverticalización”, indicó en una entrevista que será publicada el jueves.
William Nozaki, investigador del instituto de estudios petroleros estratégicos Ineep, manifestó que es poco probable que la salida de Petrobras de la distribución de gas genere más competencia y se traduzca en precios más bajos.
“Lo más probable es que tengamos un oligopolio privado en el mercado brasileño y que los precios del gas mantengan su sesgo alcista para los consumidores. El debate sobre la salida de Petrobras y el ingreso de Cosan al gas natural es menos una discusión sobre monopolio versus competencia y más una discusión sobre intereses públicos versus privados”, dijo a BNamericas.
Nozaki recordó que Cosan es, a través de la empresa mixta Raízen, socia de Shell, el segundo mayor productor de gas natural de Brasil, y está invirtiendo en nuevos proyectos integrados de gas y generación como Marlim Azul.
Mientras tanto, Cosan está invirtiendo en una terminal de regasificación de GNL en el puerto de Santos, en el estado de São Paulo; una unidad de procesamiento de gas natural (UPGN) en Itaguaí, en Río de Janeiro; y en redes de gasoductos en el triángulo Santos-Cubatão-Itaguaí.
“La posibilidad de integración y verticalización de Cosan en el segmento de gas puede crear una empresa con el control de cerca de dos tercios del mercado brasileño”, advirtió Nozaki.