La minera indicó que el proyecto Fase V cumple con la normativa ambiental aplicable (en su ingreso como una DIA), no presentando efectos o circunstancias que justifiquen la necesidad de ser evaluado como un Estudio de Impacto Ambiental.
Anglo American ha ingresado un Recurso de Reclamación ante la Dirección Ejecutiva del Servicio de Evaluación Ambiental, solicitando la revocación de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) que calificó desfavorablemente el proyecto “Continuidad operacional Fase V” de la operación El Soldado.
La solicitud explica y rebate los fundamentos entregados por la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Valparaíso, la cual señaló como fundamento para una RCA desfavorable, que el proyecto debió ingresar como un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), en lugar de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) ingresada y evaluada.
Anglo American indicó que el proyecto Fase V cumple con la normativa ambiental aplicable (en su ingreso como una DIA), no presentando efectos o circunstancias que justifiquen la necesidad de ser evaluado como un Estudio de Impacto Ambiental.
Durante el proceso de evaluación, los organismos técnicos competentes en materia ambiental descartaron impactos significativos en los componentes ambientales, tales como efectos en la salud de las personas, calidad y cantidad de los recursos naturales renovables, como son el suelo, aire o agua.
Asimismo, descartaron impactos significativos sobre componentes ambientales que requieren una protección especial, como es el sitio prioritario de la Cordillera El Melón.
«Todo esto fue ratificado formalmente por dichos organismos, a través del Informe Consolidado de Evaluación (ICE), que recomendó la aprobación del Proyecto», remarcó Anglo American.
El proyecto Fase V de El Soldado fue diseñado siguiendo estándares de sustentabilidad, reduciendo la generación de emisiones y minimizando la intervención de nuevas áreas.
La iniciativa corresponde a un proyecto de continuidad operacional, manteniendo la vida útil de la mina a 2027. Además, considera una serie de mejoras operacionales y ambientales, incluyendo la implementación de una innovación tecnológica para clasificar minerales de acuerdo con la ley de cobre – Clasificador de Minerales o Bulk Ore Sorting, por su denominación en inglés -, entre alta y baja ley, permitiendo con ello reducir el uso de energía y la generación de residuos.