La minera peruana registró en 2024 ganancias por US$ 402,7 millones, logrando un estratosférico crecimiento de 1.928%.
A catorce meses de anunciar la compra del 19% de Minera Buenaventura de Perú y a un año de concretar la operación -en un monto no revelado, pero que el mercado cifró en más de US$ 400 millones- el brazo minero del grupo Luksic, Antofagasta, sólo tiene epítetos elogiosos para la transacción y también para su apuesta por el país andino, donde llevan más de una década explorando.
Katharina Jenny, vicepresidenta de Asuntos Corporativos de Antofagasta Minerals, destacó que “estos primeros pasos en Perú han sido muy positivos” porque “la inversión en Buenaventura nos ha permitido aportar con nuestra experiencia a una compañía minera muy importante y reconocida, que está centrada básicamente en la producción de oro, pero que tiene propiedades mineras donde es posible también impulsar minería del cobre”.
“Vemos que existen oportunidades para seguir colaborando y ese es nuestro objetivo. Al mismo tiempo, seguimos impulsando exploraciones en distritos mineros que nos parecen atractivos, donde tenemos acuerdos con otras empresas mineras”, resaltó la ejecutiva.
Aporte en Ebitda
La compañía ya tiene réditos por la participación accionaria en Buenaventura. Según los estados financieros de Antofagasta, el activo peruano aportó US$ 109 millones en Ebitda de 2024. “Es un buen resultado, que ratifica que fue una decisión correcta la de invertir en Buenaventura”, dijo la ejecutiva de la compañía.
La minera peruana registró en 2024 ganancias por US$ 402,7 millones, logrando un estratosférico crecimiento de 1.928% en comparación con el 2023, cuando sólo logró US$19,9 millones de utilidad.