El proyecto que pide la modernización del gobierno corporativo de la Empresa Nacional de Minería (ENAMI) ha generado diversas reacciones en el país sureño.
Uno de ellas, ha sido la del presidente de la Cámara de Chile, Manuel Viera, que a través de una columna, da su punto de vista de esta iniciativa y la nueva forma de administración que tendría la empresa nacional que permita mejorar la gestión interna relacionada con los resultados.
Viera indica que cambiar el gobierno, es algo que se viene hablando desde hace muchos años y que en este proyecto, el Ejecutivo propone una nueva composición de siete miembros designados por el Presidente de la República de la siguiente forma: dos de ellos serán nombrados directamente por él; uno a propuesta de los trabajadores de la empresa; y, los cuatro restantes, elegidos a través de procesos de selección que incorporan elementos del Sistema de Alta Dirección Pública.
Agrega que estas acciones deja fuera a quienes saben de minería y resguardan especialmente del desarrollo de la pequeña, que es la que principalmente se relaciona con la Enami y que es beneficiaria del fomento, para lo que fue creada. Y para dilucidar dudas, no subsidia al sector.
Señaló que otro de los aspectos en que se centra el Proyecto de Ley, es que establece un régimen orgánico similar al de las sociedades anónimas abiertas, sujetando a la empresa en forma supletoria a la ley N° 18.046, sobre Sociedades Anónimas y a la demás normativa aplicable a éstas, modificando el estándar aplicable y permitiendo concretar un nuevo modelo de administración, al igual como funcionan Codelco y la Enap.
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Entierra el origen de ENAMI
Consideró que esta iniciativa socava y entierra el origen de la Empresa Nacional de Minería. «La Enami se creó para hacer fomento, que no solo es un gran incentivo para la pequeña y mediana minería, sino que ha sido un aporte al país evitando la minería ilegal e informal, diferenciándonos de otros países de la región. Transformarla en una sociedad anónima echará por tierra todo lo que se ha logrado en las décadas de su existencia», expresa.
Manifiesta que lo anterior queda estipulado en uno de los párrafos del proyecto: “El modelo de negocios y los objetivos de Enami la convierten en una empresa única en el mundo, creando condiciones efectivas para el desarrollo y sustentabilidad del sector, contribuyendo al mejoramiento de su competitividad y asegurando la extracción de riquezas mineras económicamente viables a pequeña y mediana escala, y es justamente lo que hemos estado promoviendo en diversos países, instándolos a la creación de un símil, no es posible que hoy quieran transformarla en una empresa como cualquier otra.
Indica que las opiniones han sido diversas, desde la pérdida de empleos de quienes se desempeñan en la empresa; una potencial privatización; el relacionamiento con comunidades, especialmente en aquellas que la economía interna depende de ella, tanto por sus instalaciones, como por lo que significa para los pequeños productores.
Reconoce que Enami tiene problemas financieros, como se alude en el proyecto de ley, es principalmente porque desde el Estado de Chile, y con años de arrastre, no se le han entregado los recursos necesarios para cumplir con su labor. Por ello hacemos un llamado a quienes tendrán que ver y votar este proyecto de ley no permitir su transformación a sociedad anónima.
«Basta de jugar y hacer pruebas y errores de nuestra minería. ¿Esta será una nueva ley nefasta para nuestra minería?», culmina la columna.